Cómo escoger el mejor calzado de verano de los niños

Hoy en día es muy común que los padres cometan algunos errores a la hora de escoger el calzado de verano de sus hijos, lo que puede derivar, según los podólogos, en traumatismos, caídas frecuentes, dificultad para caminar o alteración de la marcha.

Los podólogos advierten que hasta cuatro errores se cometen a la hora de calzar a los niños, lo que pone en riesgo la salud de sus pies, por intentar que se pongan un calzado similar al de sus padres. Por ello, hay que evitar que usen suelas muy gruesas, como los zancos, o demasiado finas, ya que ponen en peligro la planta del pie si se tropezara con piedras o cristales de la calle.

Además, los expertos aconsejan no heredar el calzado que ha sido utilizado por otros niños. En esta línea, la presidenta del Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunitat Valenciana (ICOPCV), Pilar Nieto, ha explicado que “es imprescindible que el calzado de verano de los niños esté atado al tobillo. Los niños están en constante movimiento, juegan, saltan, corren, por lo que necesitan unos zapatos o sandalias que sigan el movimiento del pie y lo protejan. De esta forma, evitará posibles torceduras y les dará más seguridad. Las chanclas y los tipos crocs solo son recomendables para uso corto y puntual en playas o piscinas”.

Claves de un buen calzado

En general, lo más importante en cualquier calzado infantil es que sea ligero, con una buena sujeción, a través de cordones o velcro, y con un refuerzo en la zona posterior que proteja la zona del talón, sin limitar la adecuada movilidad del mismo.

Dependiendo de la actividad que se vaya a realizar, los podólogos aconsejan en el caso de ir a la montaña, unas deportivas de tela fina y con una buena suela que agarre a la tierra y proteja sus dedos; en el caso de zonas urbanas o de playa, se puede optar por un calzado de tela cerrado o una sandalia de piel. Asimismo, para los niños que tengan menos habilidad de movimiento o se caigan más, se recomienda utilizar un tipo de sandalia o chancla cangrejera, fresca, pero que mantiene el pie con mucha sujeción.

En el caso de que se decida por dar paseos cortos, se aconseja un calzado de pieles naturales, que puede ser combinado con telas, aunque hay que tener en cuenta que podrán aparecer las primeras rozaduras. Para los niños con pieles atópicas se recomienda probar el calzado primero por casa para ver que no tenemos excesivos roces o pequeñas manchas eritematosas.

Bienestar del paciente

Cabe recordar que, ante cualquier anomalía en los pies, lo mejor es acudir a un especialista. Será el podólogo el encargado de diagnosticar y tratar el problema. Por tanto, si tenemos alguna lesión previa debemos acudir a un podólogo para que se haga una revisión porque tal vez necesitemos alguna plantilla personalizada.

De esta manera, se realizará un estudio biomecánico o tratamientos biológicos, como los factores de crecimiento para regenerar los tejidos lesionados. Los podólogos están especializados en el estudio, diagnóstico y tratamiento de cualquier problema que surja en el pie y sus estructuras asociadas.

Con el fin de lograr el bienestar del paciente y garantizar su salud, también se cuenta con el apoyo de otros profesionales. Por ello, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) y el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA) plantearon, recientemente, un estudio de acciones formativas que permitan reunir al profesional que prescribe el tratamiento con quien lo elabora, en el caso de la formulación magistral, o lo dispensa. Se trataría de profundizar en la línea de cooperación abierta entre ambas corporaciones profesionales en el terreno de la formación para ampliar el conocimiento y uso de los medicamentos individualizados como alternativa terapéutica en podología.

 

Ana Quevedo, periodista del COFM