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Hombres, ¿sabéis cómo cuidar la barba?

Si eres de los que ya tienes barba o de los que han decidido dejársela, ya sea por tendencia, por comodidad, porque se te enquista el pelo al afeitarte, porque tienes la piel muy sensible o simplemente porque te gusta, tienes que saber que, aunque quieras mostrar un estilo informal, tener una barba cuidada y bonita conlleva un poquito de esfuerzo.

Saber cómo cuidar tu barba y conocer los pasos que debes seguir te será muy útil entre visita y visita al barbero. Para un correcto cuidado de tu barba necesitarás una recortadora o una afeitadora eléctrica con varios cabezales y peines adaptados. Además, es básico que dispongas de productos de aseo y cuidado específicos, como jabón, aceite, bálsamo, ceras y acondicionadores, que puedes adquirir en tu oficina de farmacia.

Tanto si tu barba es corta como larga, ten en cuenta los siguientes hábitos:

Higiene y limpieza

La barba está expuesta a agentes externos, como humos o restos de comida, que además de ensuciarla, deterioran la calidad del vello y la piel que está debajo tiende a acumular impurezas. Por ello, es necesario llevar una limpieza adecuada cuyo objetivo es eliminar la suciedad y los malos olores de tu barba. Para el lavado de la barba, usa un jabón (en pastilla o en gel) específico para barbas. No cometas el error de recurrir al champú capilar para asearte el vello facial, dañarías la piel de tu rostro. Aplica el jabón siempre de manera descendente, para evitar enredos que hagan que el pelo de la barba se rompa al cepillarla.

Es muy importante aclarar a conciencia, evitando que queden restos de jabón, ya que una barba mal aclarada provoca sequedad en la piel y un aspecto apelmazado tras su secado. Para secar la barba lo ideal es usar una toalla suave y el secador a temperatura media.

Peina la barba a diario, siempre hacia abajo, utilizando un cepillo de púas para retirar los posibles nudos. Las cerdas de estos cepillos suelen ser más duras que las de un cepillo normal, así que cuida de no cepillarte demasiado fuerte y dañarte la piel.

Recorta la barba después de la ducha y cuando esté seca.

Hidratación

El crecimiento de la barba tiende a resecar la piel, por lo que puede provocar descamaciones y picores, así que, no debemos olvidar la hidratación. Te recomendamos la aplicación de aceites o bálsamos que, además de tonificar, proteger, hidratar y nutrir adecuadamente tu piel, aportan suavidad y brillo al vello. Se deben aplicar una vez has secado la barba, sin frotar, para evitar roturas, empleando una pequeña cantidad entre tus manos y masajeando por toda la barba, de este modo además de hidratar el vello facial lo estás fortaleciendo.

El bálsamo está indicado para aliviar el picor de las primeras semanas de crecimiento de la barba. Te ayudará a suavizar, calmar y refrescar tu piel. Hay que masajear hasta que se absorba completamente.

El aceite se usa para domar, ablandar, suavizar y proteger la barba. Se aplica uniformemente por toda la barba, dando un ligero masaje, comenzando desde la raíz hasta las puntas.

Moldeado

Ahora toca dar forma y estilo a la barba. Para ello, se recomienda el uso de ceras suaves. Aplica una pequeña cantidad y moldea en función del estilo deseado. Para cambiar la forma solo es necesario humedecer con agua caliente.

El momento ideal para llevar a cabo esta rutina es por la mañana al levantarse y después de una buena ducha caliente, porque es el momento en el que la piel está más suave y predispuesta (tiene los poros más abiertos).

Recuerda que es necesario acudir al barbero para retocar y recortar. Los ritmos de crecimiento del vello facial no son iguales para todos, pero a modo indicativo, para barbas cortas se recomienda una visita al barbero cada 10 o 20 días, y para barbas más largas, cada 20 o 30 días.

 

Rebeca González

Farmacéutica del Servicio Técnico del COFM

 

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