Luces largas para la farmacia

Las propuestas incluidas en el Acuerdo Marco de la Profesión Farmacéutica en España son una buena noticia para los farmacéuticos españoles. La profesión necesita mirar el futuro con luces largas y el documento de 19 páginas elaborado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, que se presentó el pasado 3 de junio en el Ministerio de Sanidad, es una hoja de ruta muy convincente para los próximos años. Conviene leerla con detenimiento porque afecta al desarrollo y promoción profesional, las competencias farmacéuticas, la gestión clínica en el ámbito de la farmacia asistencial o la formación.

Recorrer el camino que algunos compañeros ya han emprendido, y que va de una práctica profesional centrada en la dispensación de medicamentos a otra que incluya además una labor más asistencial, exige, sin duda, un buen asfalto, combustible suficiente y también una señalización precisa, si se nos permite continuar con el símil.

Corresponde ahora a las autoridades sanitarias que han respaldado este documento allanar bien el terreno mediante una legislación o un acuerdo interprofesional, si hace falta, que defina bien el marco normativo para implantar nuevos servicios o las competencias profesionales a la hora de desarrollar una práctica colaborativa como la que exige, por otra parte, una sanidad integrada y electrónica. Sólo así evitaremos choques imprevistos con el resto de profesionales del Sistema Nacional de Salud y dispondremos de suficiente seguridad jurídica.

Otra tarea pendiente y prioritaria si queremos enfilar el camino que se nos presenta con garantías es aligerar el pesado equipaje que carga la farmacia española. El sistema de descuentos y las políticas continuadas de recortes de precios son un freno en las aspiraciones del sector y limitan las posibilidades de invertir en formación, en tecnología, en nuevos servicios.

Cuestión peliaguda sigue siendo quién financia o cómo se retribuyen las nuevas prestaciones farmacéuticas que exigen una inversión en tiempo y recursos. La Administración es la principal interesada, además de los ciudadanos, en que los farmacéuticos asumamos un mayor protagonismo sanitario y social, porque nuestra actividad redundará en ahorros importantes para el sistema sanitario y también en un beneficio indudable para la salud del ciudadano.

En cualquier caso, creemos que la farmacia debe potenciarse como centro de salud para reforzar la viabilidad económica del modelo. Junto con otros colegios profesionales, nuestro Colegio ha emprendido ya este camino acordando con la Consejería de Sanidad el desarrollo de un catálogo de servicios que incluye los SPD y el control del asma como los más avanzados, que en el futuro se ampliarán con otras prestaciones centradas en los pacientes crónicos dependientes para contribuir a una atención sociosanitaria integral y accesible para todos los ciudadanos dentro del futuro espacio sociosanitario. Seguimos pensando que es un reto profesional necesario y que merece la pena.