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Día Mundial de la Hipertensión arterial: ¿Qué esperan los pacientes de los farmacéuticos?

Medir y controlar la tensión arterial salva vidas. ¿Cuántas? La Estrategia en salud cardiovascular del SNS apunta que “está demostrado que un 90 % de control de la hipertensión arterial (HTA) disminuye la tasa de infartos de miocardio un 24 % y la mortalidad por ictus un 42 %”.

Son resultados que cabe recordar este 17 de mayo, Día Mundial de la Hipertensión, una efeméride que mantiene vivo el mismo lema desde 2013: Conozca sus cifras de presión arterial.

La detección y el diagnóstico precoz de la hipertensión arterial (HTA) sigue siendo uno de los grandes retos de salud pública, ya que se trata de una patología de gran prevalencia y morbimortalidad que no suele ir acompañada de síntomas o signos de alarma. Solo en España se calcula que casi 14 millones de personas sufren HTA, algo más del 40 % de la población general adulta, porcentaje que supera el 65 % entre los mayores de 65 años, según la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión.

Otro dato alarmante es que 9,5 millones de pacientes no estarían controlados. De ellos, cerca de 4 millones ignoraría que su presión arterial está fuera de control. El infradiagnóstico es especialmente alto entre las personas más jóvenes. Uno de cada tres se correspondería con jóvenes que se sienten bien y no se someten a revisiones médicas periódicas.

Si se tiene en cuenta que la HTA es el factor de riesgo más prevalente en la población asociado a las enfermedades cardiovasculares, y que estas son la primera causa de muerte en España, con un 27,9 % del total, el control e identificación de las personas hipertensas es una estrategia de salud de extraordinaria importancia para reducir el riesgo de infartos de miocardio e ictus o nefropatías, entre otras enfermedades.

¿Cuáles son los límites de la hipertensión?

En general, una persona adulta cuyas cifras de presión arterial sistólica o máxima y diastólica o mínima se encuentran por encima de 140 y 90 mmHg, respectivamente, de forma mantenida se considera que sufre riesgo cardiovascular. Estos valores son inferiores en el caso de pacientes diabéticos o con historial de ictus o infarto de miocardio, cuyas cifras deberían estar por debajo de 130 y 80 mmHg.

También son valores más bajos en los pacientes con insuficiencia renal y proteinuria importante, que no deberían superar los 125 y 75 mmHg, o en ancianos, que pueden presentar una presión sistólica elevada. En cualquier caso, no son valores absolutos y están muy condicionados por la edad, por lo que el aumento de la presión del pulso, que mide la diferencia entre la presión arterial sistólica y la diastólica, y que tiende a elevarse con la edad tanto en hombres como en mujeres, sigue siendo el factor predictivo de riesgo cardiovascular más claro, a juicio de los expertos.

Papel del farmacéutico

La red de tres mil oficinas de farmacia abiertas en la Comunidad de Madrid ofrece una oportunidad única al sistema de salud como punto de acceso cercano a todos los ciudadanos para promover e incentivar un mejor control, detección y seguimiento de los pacientes hipertensos.

Rebeca González Ginés, farmacéutica del Servicio de Información Técnica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, señala que la oficina de farmacia “es una pieza fundamental para mejorar la detección y el seguimiento de los pacientes con HTA”. La detección de individuos hipertensos, la educación y el consejo sobre hábitos de vida saludables, así como la información acerca de los riesgos asociados a una hipertensión arterial no controlada, evitarán consecuencias más graves. Son aspectos donde los farmacéuticos deben incidir. Por otro lado, recuerda que el seguimiento a largo plazo de los pacientes “garantiza el adecuado uso de su medicación y, por tanto, el cumplimiento del tratamiento prescrito”.

El consejo farmacéutico no farmacológico es una de las intervenciones más efectivas para promover comportamientos saludables mediante la deshabituación tabáquica, el control del peso a través de una dieta saludable y la práctica de ejercicio físico o alertar sobre el abuso del alcohol, factores todos ellos de riesgo que pueden ser corregidos. Las campañas de salud que incluyen la participación de las farmacias comunitarias son, por ello, instrumentos que permiten mejorar la calidad de vida del paciente y reforzar la prevención cardiovascular, en cooperación con el resto de los profesionales sanitarios.

Otros aspectos de la atención farmacéutica que contribuyen a alcanzar objetivos de salud en hipertensión son la educación sobre el correcto uso y administración de los medicamentos y la detección precoz a través de cribado de los factores de riesgo cardiovascular, con su notificación posterior al médico.

Hay que tener en cuenta que más de un tercio de los pacientes abandonan el tratamiento inicial después de 6 meses y alrededor de la mitad, al año, según la Guía para el abordaje de la hipertensión por el farmacéutico comunitario en el ámbito de la Atención Primaria: documento de consenso multidisciplinar. Este documento, consensuado en 2022 por SEFAC (Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria) y las sociedades médicas de atención primaria SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria) y SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia) y de especializada SEH-Lelha (Sociedad Española de Hipertensión arterial/Liga Española para la lucha contra la hipertensión arterial), alerta también de que la inercia terapéutica y la falta de adherencia a los tratamientos constituyen las dos causas más frecuentes de hipertensión mal controlada.

El seguimiento farmacoterapéutico del paciente, así como la identificación y resolución de problemas relacionados con los medicamentos, caso de falta de adherencia, duplicidad o interacciones, son también actuaciones efectivas del farmacéutico, en colaboración con el médico de familia, que contribuyen a reducir estadísticamente los valores de presión arterial y de riesgo cardiovascular, según distintos estudios.

Automedida domiciliaria

Medidas complementarias como la automedida domiciliaria de la tensión arterial también se recogen en el documento de consenso.

Para hacerlo correctamente, hay que seguir las recomendaciones de los expertos: “Para que la medición de nuestra tensión arterial sea fiable debe realizarse en unas determinadas condiciones: sentados, con la espalda bien apoyada en el respaldo de la silla, las piernas deben estar tocando el suelo, no cruzadas, y la mano del brazo donde vamos a realizar la medida relajada, sin apretar y en posición de descanso, más o menos a la altura del corazón. Debemos estar tranquilos y no tener prisa, haremos la medición tras un periodo de reposo de aproximadamente 10 minutos, sin haber fumado 30 minutos antes y sin haber consumido bebidas estimulantes (café o alcohol). Se recomienda medir tres veces y hacer la media. Una medida aislada de HTA no es concluyente para diagnosticar HTA”, recuerda Rebeca González.

Experiencia internacional

Algunos países como Inglaterra están potenciando la vertiente asistencial de la farmacia y han puesto en marcha servicios de chequeo de salud en las oficinas de farmacia para las personas que presentan riesgo cardiovascular. El Servicio Nacional de Salud inglés acaba de anunciar un ambicioso plan para potenciar el servicio de presión asistencial que ofrecen las farmacias comunitarias hasta alcanzar los 2,5 millones de mediciones al año. En la actualidad, las farmacias inglesas prestan este servicio a 120.000 personas al mes.

Los datos del Servicio Nacional de Salud inglés revelan que un tercio de los pacientes que se sometieron al servicio de búsqueda de casos de hipertensión en las farmacias comunitarias registraron presión arterial alta o muy alta. Cerca de ocho mil farmacias inglesas están registradas para prestar un servicio que se enmarca en el programa de intervenciones de enfermedades cardiovasculares de “alto impacto” de la sanidad inglesa.

Otro estudio llevado a cabo en Estados Unidos entre 2013 y 2019 en el que participaron 5.125 pacientes demostró que la colaboración de los farmacéuticos comunitarios en los equipos de atención primaria y hospitalaria resulta muy eficaz a la hora de lograr los objetivos de control de la presión arterial.

La atención farmacéutica en el abordaje de la hipertensión no solo es efectiva en términos de salud, también supone una importante fuente de ahorro para el sistema de salud, como demuestra un metaanálisis realizado en Canadá. El ahorro de costes podría superar los 15.700 millones de dólares si se generalizase la intervención del farmacéutico en el control y seguimiento de este problema de salud en el país norteamericano.

 

Juan Martínez

Periodista del COFM

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