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Del tango al pasodoble y chachachá. El baile como aliado frente al párkinson

Todos los movimientos requieren de una “coreografía extraordinaria entre el cerebro y el cuerpo”. Lo dijeron los científicos del Instituto Zuckerman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) cuando lograron ver en tiempo real la interacción entre el cerebro y el cuerpo necesaria para ordenar la realización de un movimiento, desde el que parece más simple, como andar, hasta otros más complejos, y no siempre se activan los mismos patrones de actividad cerebral.

Así, avanzaron en el conocimiento de cómo las células de la corteza motora se comunican con los músculos y pueden ayudar a entender mejor lo que sucede cuando, tras una lesión o por enfermedad, fallan los mecanismos que subyacen al movimiento (informa Ep).

Y en este punto entra en juego la danza, ya que, gracias al movimiento y a la coordinación que requiere, es beneficiosa para pacientes que han sufrido  daño cerebral o padecen enfermedades como el párkinson, un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva.

Así se desprende de un trabajo publicado en “Brain Sciences” llevado a cabo por investigadores de la Universidad de York, en Toronto (Canadá), del que se extrae que los pacientes afectados por párkinson que fueron a clase de baile de forma semanal tenían menos deterioro motor y se percibieron mejoras en el habla, así como en el equilibrio, y sufrían menor rigidez y temblores en comparación con quienes no se sometieron a esta práctica.

Según los investigadores, el hecho de bailar ayuda a detener la progresión del deterioro motor y cognitivo, como ya mencionamos en un post anterior en el que describíamos cómo bailar es otra de las “medicinas” para la memoria.

 

Más equilibrio y movilidad. Menos temblores

A este trabajo se suma una revisión realizada recientemente por investigadores de la Universidad Europea del Atlántico de Santander, cuyo objetivo era conocer los efectos de distintos programas de baile en la mejora de los síntomas y calidad de vida de pacientes con Enfermedad de Párkinson (EP). Así, observaron que, curiosamente, la modalidad del tango, seguida  de la  samba,  “parece  ser  la  más idónea  para  este  tipo  de  enfermedad, produciendo mayores mejoras en el equilibrio, velocidad de movimiento y patrón de marcha, debido a su variedad  de movimientos  y  característico  ritmo  marcado.  Sin embargo, los dos bailes más desafiantes fueron el vals y el chachachá, debido al cruce de los pies, cambios de dirección y menor sujeción”, sostienen los autores de la revisión.

Y, según comprobaron investigadoras de la Universidad Autónoma de Barcelona, un programa de intervención terapéutico y preventivo para el párkinson basado en la práctica del pasodoble también contribuye a la mejora de la calidad de vida de los afectados y de sus familiares.

En el trabajo, publicado en la revista “Frontiers in Neurology”, las autoras explican cómo “el pasodoble ofrece la posibilidad de seguir el ritmo, se puede bailar de manera individual o dejarse guiar por la pareja, lo que facilita el mantenimiento de la postura, el seguimiento de los movimientos y el control del equilibrio”. En cada sesión se trabajan estrategias de inicio de la marcha, movilidad dentro del espacio, movimiento de las articulaciones y se fortalecen los músculos. “El pasodoble puede mejorar y preservar la función y el estado de ánimo en los mayores y contribuye a la socialización. Es beneficioso gracias a que se genera un plan de entrenamiento de la marcha, con estimulación sonora, que marca cada uno de los pasos en compañía de la guía de la pareja de baile (generalmente el cónyuge o cuidador) que puede ayudar al dominio del equilibrio y el desplazamiento favoreciendo el control del equilibrio dinámico”, dicen las autoras del trabajo.

Ante los beneficios que marca la ciencia, son muchos los colectivos que trabajan a diario por implementar este tipo de prácticas y contribuir así a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Con este objetivo, nació en 2001 el programa “Dance for PD”, que ofrece clases especializadas de baile para las personas afectadas por Párkinson, así como para sus familias, amigos y cuidadores. En las clases, los participantes exploran el movimiento y la música de manera divertida, estimulante y creativa.

 

Enlaces de interés:

Dance for PD España

Federación Española de Parkinson

Sociedad Española de Neurología

 

 

Alba Jiménez

Departamento de Comunicación del COFM

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