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La farmacia también cuida de tu voz

La voz se produce cuando el aire que espiramos pasa a través de nuestras cuerdas vocales y estas vibran; es el medio que la mayor parte de los seres humanos utilizamos para comunicarnos.

En la comunicación no solo interviene el lenguaje (palabras) y el propio sonido emitido, en el que el cuidado y salud de nuestro aparato vocal es muy importante, sino que además se ven implicados complejos procesos mentales, físicos y emocionales.

Por lo mencionado anteriormente, a través de la voz transmitimos información sobre nosotros, sobre nuestro estado de ánimo, personalidad, sexo, edad y salud.

Por nuestras farmacias pueden pasar personas que, por su profesión o bien por sufrir algún trastorno en su voz, puedan pedirnos información o consejo.

Profesionales como maestros, comunicadores, cantantes, periodistas, actores, personas que trabajan de cara al público y hablan la mayor parte del tiempo, pueden sufrir lesiones o fatiga de la musculatura vocal y de la laringe.

Además, a través de la voz de nuestros pacientes, podemos detectar alguna otra dolencia y en los casos necesarios derivar a su médico.

 

Un poco de anatomía para recordar

 

Cuando hablamos o cantamos intervienen una serie de procesos musculares, mecánicos y cerebrales complejos.

  1. Fonación: Se realiza en la laringe. El aire, por la participación del sistema respiratorio, diafragma y músculos intercostales, pasa a través de las cuerdas vocales y las hace vibrar.
  2. Articulación: Se realiza en las estructuras de la cavidad bucal. La actividad muscular implica a labios, lengua, paladar blando, laringe y cuerdas vocales. El sistema nervioso también interviene controlando la secuencia y la intensidad de las contracciones musculares.
  3. Resonancia: La boca, la nariz y los senos nasales, la faringe y la cavidad torácica participan en la amplificación del sonido.

Todo ello, conforma la voz característica y única de cada persona que puede variar por numerosas causas.

 

Qué causas pueden dañar nuestra voz

Hay factores de riesgo que podemos tener en cuenta, como un inadecuado uso vocal, cambios del organismo, envejecimiento, enfermedades, factores fisiológicos, morfológicos, ambientales y de hábitos, entre otros.

Sabemos que el alcohol provoca deshidratación en las mucosas y puede perjudicar nuestra voz por falta de lubricación de las cuerdas vocales, irritación y fatiga.

Es bien conocido también que el tabaco daña la mucosa del aparato respiratorio, la mucosidad se vuelve espesa, se produce sequedad, roce y edema, además de afectar a nuestras cuerdas y nuestro timbre de voz.

Ser propenso a tener algún tipo de alergia o resfriados.  Si no prevenimos o tratamos procesos infecciosos o inflamatorios, como estomatitis, úlceras, rinitis, sinusitis, faringitis, laringitis, etcétera, podrían derivar en lesiones de nuestra voz.

Problemas de reflujo y estomacales, en los que el ácido gástrico asciende hasta la faringe, pueden producir tos, dolor, inflamación y disfonías.

Enfermedades como el cáncer o problemas de tiroides pueden afectar a nuestra voz y su diagnóstico precoz es de vital importancia.

Hay también lesiones que afectan al cierre de las cuerdas vocales, bien por defecto congénito, por un mal hábito o uso inadecuado, o por imitación en el entorno familiar, pólipos, nódulos o quistes entre otras.

Trastornos neurológicos de la voz, como es el caso de algún tipo de disfonía.

El estrés, la falta de descanso, la ansiedad, problemas afectivos, discusiones, hablar en sitios ruidosos y con sobreesfuerzo, también afectan a nuestra voz.

La fatiga vocal suele ser un signo de mal funcionamiento y el paciente puede sentir tensión, ardor o quemazón. El hábito de carraspeo puede aumentar más la irritación e inflamación. Si estos signos persisten pueden aparecer ronquera, disfonía, dolor y otras complicaciones.

 

Qué podemos hacer para cuidar nuestra voz

  • Tener una buena hidratación.
  • Evitar aires acondicionados y calefacciones muy fuertes que resecan el ambiente.
  • Evitar cambios bruscos de temperaturas.
  • Evitar productos que resecan la mucosa, como el tabaco, el alcohol y el café, entre otros.
  • Evitar el consumo de alimentos picantes, bebidas excesivamente frías o calientes.
  • Descansar bien, evitar situaciones de estrés y nerviosismo.
  • Hay ejercicios específicos y técnicas adecuadas que ayudan a aumentar la flexibilidad y elasticidad de cuerdas vocales, músculos y diafragma.
  • Consulta a tu médico o farmacéutico si estás tomando algún medicamento que te produce sequedad, acidez o reflujo gástrico o tienes mal aliento.
  • Hacer una buena limpieza bucal, evitar colutorios que contengan alcohol, utilizar hilo dental y el limpiador lingual pasarlo bien por lengua y mejillas internas.
  • Limpiar nuestras fosas nasales con agua, suero fisiológico u otros preparados específicos puede ayudar a eliminar el exceso de moco en procesos catarrales y evitar infecciones.
  • No hacer un uso exigente de la voz o por encima de nuestras posibilidades.
  • Evitar hablar en ambientes con mucho ruido o polución.
  • No gritar
  • No abusar del carraspeo.
  • No susurrar
  • En caso de ronquera hay infusiones y jarabes de plantas que aportan hidratación y, además, tienen otros beneficios: antibacterianos, antisépticos, antiinflamatorios, antiácidos, calmantes, suavizantes y emolientes.
  • En caso de bronquitis nos pueden ayudar medicamentos o plantas medicinales que favorezcan la expectoración, descongestión y desinfección de las vías respiratorias.
  • Si notas fatiga, sientes dolor o irritación en la garganta consulta a un profesional sanitario.

 

Curiosidades

Para el cuidado de nuestra voz son conocidos muchos remedios desde la antigüedad: infusiones, ungüentos, soluciones para hacer gárgaras y jarabes a base de plantas. Nombramos a continuación algunas: el Sauco (Sambucus nigra), por sus propiedades frente a infecciones víricas; Pulmonaria (Pulmonaria officinalis), como expectorante, para la tos y la irritación de garganta; Enula (Inula helenium), antiséptica; Salvia (Salvia officinalis), antibacteriana, antiviral, antifúngica y antiinflamatoria; Aliso (Alnus glutinosa), antiinflamatoria, y la muy conocida “hierba de los cantores” o Erísimo (Sisymbrium officinale).

 

Historia de Erísimo o “Hierba de los Cantores”

Esta planta se usa para catarros, afonía, ronquera, inflamación e irritación de la garganta por sus propiedades antiinflamatorias, relajante de la musculatura lisa de las vías respiratorias y antimicrobiana. La historia cuenta que un médico de París prescribió unas tisanas de erísimo a un “chantre de Notre-Dame” que había perdido la voz por un catarro hasta el punto de retirarse y no solo recuperó con estos remedios y cuidados el habla, sino que cantaba con una voz mucho más potente.  (Font Quer-2016)

Existen muchas otras, como Camomila, Llantén, Malva, pero recuerda, no te automediques. Aunque sean plantas pueden tener efectos no deseados si no las utilizamos correctamente.

Un consejo: solo tienes una voz. ¡Cuídala!

 

Para saber más:

  • FONT QUER, Pio (2016) Plantas Medicinales. El Dioscórides renovado, ed. Península, ISBN 978-84-994247-6-7.
  • GUYTON, Arthur C. y HALL, John E. (2021), “Respiración”, Fisiología Médica, ed. S.A. Alsevier, ISBN 978-84-138201-3-2.
  • VILLAGAR, Isabel (2016), Guía Práctica para cantar en un coro, ed. Redbook Ediciones ISBN 978-84-945961-1-7
  • BORRAGÁN TORRE, Alfonso; DEL BARRIO DEL CAMPO, Jose A.; GUTIERREZ FERNÁNDEZ, José N. (1999), El juego vocal para prevenir problemas de voz. Ed. Ediciones Aljibe. ISBN 84-95212-17-X
  • MATARRANZ, Sara (2016), Seminario de técnica vocal. Salud e higiene vocal. Escuela coral del Madrid.
  • DE LA FUENTE, Lidia; LUMBRERAS, Jesús (2016), Seminario Fisiología y mecánica del canto. Escuela Coral de Madrid.
  • ALCEDO, Celia (2021), Técnica vocal.

 

 Rosario Sánchez Monsálvez

Farmacéutica del Servicio de Información Técnica del COFM

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