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Farmacéuticos ‘centinela’ y mucho más

Los farmacéuticos conocen bien y tienen muy presente en su trabajo diario la famosa advertencia de Paracelso: “Todo es veneno, nada es sin veneno. Sólo la dosis hace el veneno”. Esta observación del físico y botánico suizo sirve para recordar que todas las sustancias son tóxicas a dosis altas. Y es que los errores en la dosis del medicamento, bien porque se omite en la receta, no está bien ajustada la cantidad indicada o se utiliza una abreviatura que genera confusión, son uno de los fallos relacionados con la medicación más frecuentes que se detectan en la farmacia.

Interceptar estos errores y evitar que lleguen al paciente es una parte esencial de la labor del profesional. Por eso, los farmacéuticos madrileños hemos apoyado desde el principio el lanzamiento de la Red de Farmacias Centinela (RFC) de la Comunidad de Madrid en julio de 2005 y colaborado desde entonces con la Consejería de Sanidad para fomentar el uso seguro de los medicamentos y los productos sanitarios. Se trata de un dispositivo de alerta en el que participan 80 farmacias, seleccionadas de forma aleatoria entre las solicitudes recibidas y que han recibido una formación específica para detectar y comunicar de forma rápida cualquier tipo de error que se produzca, con el fin de evaluar y prevenir este tipo de riesgos.

Las notificaciones enviadas a través de un formulario informatizado por estas farmacias sirven, por ejemplo, para identificar fármacos con envases similares que pueden provocar errores o confusiones en los pacientes a la hora de tomar su medicación.

Entre los errores de medicación notificados más frecuentes, además de los citados, figuran los correspondientes al principio activo prescrito, dispensado o utilizado, la prescripción de un medicamento no comercializado, la receta ilegible o los errores en la duración del tratamiento o de duplicidad de medicamentos. Es más corriente que los fallos estén asociados a la prescripción, pero también se detectan en la dispensación, la administración de los medicamentos por el paciente o el suministro y fabricación de los medicamentos.

Esta colaboración voluntaria de las farmacias madrileñas en la notificación y prevención de errores con los medicamentos es fundamental y es una muestra más del compromiso profesional con una tarea absolutamente prioritaria que, año tras año, contribuye a reforzar la seguridad de los ciudadanos. Conviene, por tanto, extremar la precaución para estar alertas y ser conscientes de que cualquier acto sanitario conlleva unos riesgos que deben conocer tanto el profesional como los pacientes.

Un comentario

Esther
7 Febrero, 2017 a las 4:52 pm

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