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Viajar con medicamentos, qué debemos y qué no hacer

En estas fechas muchos se encuentran preparando sus maletas para irse de vacaciones. Además del bañador y la toalla, o las botas de montaña y el saco de dormir, en muchas ocasiones debemos llevar también los medicamentos que usamos en tratamientos puntuales o en patologías crónicas. Si tienes previsto viajar con medicamentos próximamente, te invitamos a leer este post para resolver todas tus dudas al respecto.

En primer lugar, tenemos que recordar que si necesitamos viajar con medicamentos debemos comenzar a organizarnos con tiempo. Es conveniente acudir a tu médico habitual para que te realice un certificado/informe médico, preferiblemente en inglés y, si es posible, en el idioma original que exprese que ese medicamento es vital y para uso exclusivo del paciente, con el fin de poder informar a las autoridades del destino sobre tu tratamiento y que te servirá para demostrar por qué debes viajar con dichos medicamentos. El informe también nos permitirá, si es el caso, explicar la necesidad de viajar con jeringuillas, agujas, tensiómetros, etc.

Los pacientes portadores de marcapasos deben llevar siempre un documento en inglés o en el idioma del destino que indique qué tipo de marcapasos lleva implantado y que no pueden pasar por el detector de metal.

Además, es recomendable que el médico te prescriba las recetas correspondientes para justificar la presencia de los medicamentos en tu equipaje y para adquirir más dosis de tu tratamiento en el caso de que lo necesitaras. El informe debe estar debidamente firmado y sellado por el médico, y debe incluir todos los datos relativos a la patología existente: tratamiento pautado, posología, duración del tratamiento, etcétera, así como los nombres de los medicamentos prescritos (nombre comercial y principio activo).

Recuerda que, si viajas al extranjero, puede haber diferencia horaria, tanto tu médico como tu farmacéutico podrán ayudarte a ajustar la posología si fuera necesario.

Al viajar con medicamentos tienes que informarte muy bien de las normativas sobre medicamentos en los lugares a los que vas a viajar. Es importante conocer si en el lugar de destino existen limitaciones en cuando a la cantidad de fármacos que podemos llevar (los países europeos han acordado que una persona puede llevar consigo medicamentos para tres meses). Conviene viajar con la cantidad suficiente para la duración del viaje o, incluso para algunos días más, e informarse de si está prohibido llevar determinados principios activos (por ejemplo, en Estados Unidos solo se permite el ingreso de fármacos que puedan adquirirse legalmente allí), si se comercializan las mismas dosis o formulaciones que en nuestro país de origen, si se requiere receta médica para su adquisición.

En Europa, generalmente no hay problema en llevar medicamentos de un país a otro, siempre que sean para uso personal. Sin embargo, algunos medicamentos comunes en España pueden incluir sustancias de obligada declaración (por ejemplo, codeína, pseudoefedrina) al entrar en ciertos países del extranjero. Puedes informarte, a este respecto, en los consulados y embajadas, así como en las compañías de transporte.

Los medicamentos deben ir siempre en el equipaje de mano, así facilitamos el control en los puntos de salida y entrada y reducimos las posibilidades de daño, extravío o mala conservación. Esto también será útil si tenemos que usarlo en caso de emergencia. Los medicamentos deben llevarse en su envase original (no usar pastilleros), junto con el prospecto. Los medicamentos líquidos deberían ir en una bolsa impermeable y los medicamentos termolábiles (conservación 2-8ºC) deben ser transportados en un recipiente isotérmico.

Viajar con medicamentos, padecer una patología o estar bajo un tratamiento médico, no implica que tengamos que olvidarnos de nuestras merecidas vacaciones, pero, sobre todo en verano, debemos mantener una adecuada conservación de los medicamentos para que conserven su calidad, seguridad y eficacia. Desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) nos dan unos sencillos consejos para ello:

  1. Lee atentamente el prospecto de tus medicamentos donde están indicadas las instrucciones de conservación de estos.
  2. Existen medicamentos que requieren condiciones especiales de temperatura de conservación que vienen especificadas en su envase:
  • Medicamentos que deben conservarse en nevera entre 2-8ºC
  • Medicamentos que deben conservarse a menos de 25ºC o a menos de 30ºC
  1. Los medicamentos deben almacenarse en sitios frescos y secos, donde la temperatura no va a ser muy extrema.
  2. Algunas formas farmacéuticas (óvulos, supositorios,) son más sensibles a las elevaciones de temperatura. Si al abrirlas su aspecto ha cambiado, no deben utilizarse.
  3. A la hora de viajar es mejor no meter los medicamentos en las maletas, nunca se deben conservar los medicamentos en maleteros o habitáculos de los coches a pleno sol.
  4. Muchos medicamentos no requieren de condiciones especiales de temperatura de conservación, pudiendo mantenerse a temperatura ambiente. Estos medicamentos han demostrado que no se degradan cuando son expuestos a temperaturas de 40ºC durante seis meses.

 

 

Rebeca González Ginés

Farmacéutica del Servicio Técnico del COFM

 

 

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