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Uso seguro de las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías (internet, videojuegos, dispositivos digitales, etc.) son nuestro presente y nuestro futuro. En poco tiempo han revolucionado las relaciones sociales y numerosos aspectos de nuestra vida diaria, pues nos facilitan llevar a cabo gestiones o comunicaciones a distancia, reducir el tiempo empleado en desplazamientos y nos ofrecen más opciones de entretenimiento.

Los niños y adolescentes no se quedan ajenos a esta realidad. Por primera vez en la historia, las nuevas generaciones conocen mucho mejor el medio que sus progenitores, pero esto no significa que hagan un uso responsable o saludable de dichas tecnologías.

Por todos es conocido, el riesgo de que un menor reciba mensajes inadecuados o que llegue a citarse o entablar relación con personas que no conoce y, por desgracia, cada vez es más frecuente que se desarrollen adicciones si estas herramientas se usan de forma incontrolada.

Una persona que hace uso de las nuevas tecnologías no presenta ningún indicio adictivo si lo hace para divertirse, comunicarse o jugar y disfruta con ello. No hay señales de alarma si el uso que hace de ellas no interfiere en sus obligaciones ni en sus actividades de tiempo libre.

Sin embargo, tendremos que estar especialmente atentos cuando haya un incremento en el uso de dichas tecnologías que interfiera en la vida cotidiana en detrimento de cualquier otra actividad.

La situación puede llegar a ser insostenible cuando se mantiene el uso de las nuevas tecnologías a pesar de las consecuencias negativas que van apareciendo tanto a nivel físico (obesidad, problemas visuales, fatal de desarrollo de funciones psicomotrices, trastornos musculo-esqueléticos, etc.), como a nivel psicológico (desarrollo deficitario de las relaciones sociales, aislamiento, visión deformada de la realidad, dependencia…).

Es importante mantenernos al día de las novedades y progresos en este área para poder tener unos conocimientos que nos ayuden a educar y a acompañar a los menores y jóvenes en la utilización de dichas tecnologías con responsabilidad, aprendiendo a hacer un uso óptimo y saludable de las mismas.

 Recomendaciones para padres

  • Los padres debemos recordar que somos el ejemplo a seguir para nuestros hijos.
  • Es adecuado pactar normas sobre el uso de las nuevas tecnologías: horarios, día, lugar, etc. Así como establecer las consecuencias del incumplimiento de dichas normas.
  • Debemos situar los dispositivos electrónicos en un lugar de uso común.
  • Usar contraseñas seguras, mantener actualizado el antivirus, el sistema operativo, etc.
  • Respetar las horas de sueño.
  • Fomentar actividades al aire libre y en familia.
  • Compartir los gustos y aficiones de nuestros hij@s. Mostraremos interés por los videojuegos, redes sociales, páginas que les gustan e, incluso, podemos chatear con ellos, realizar búsquedas juntos, etc.
  • Fomentar la empatía, la igualdad y el respeto a los demás.
  • Debemos enseñar a navegar de forma responsable por internet a nuestro hij@:
  • recuérdale que no debe creerse todo lo que vea en internet, hay mucha información falsa y errónea.
  • haremos hincapié en que no facilite información personal (dónde vive, si esta solo en casa, dónde estudia, si os vais de viaje, etc.).
  • ayúdale a configurar su perfil como privado, para que el contenido que publique sólo pueda ser visto por sus amigos.
  • recuérdale que debe tener cuidado con lo que cuelga o publica en la red. Enseña a tus hijos a tratar a los demás en las redes sociales como les gustaría que les trataran a ellos. Lo que se cuelga en la red, se queda en la red.
  • Explícale la conveniencia de no aceptar a personas desconocidas en sus redes sociales y aplicaciones, así como el peligro de quedar con personas que solo conoce de las redes.
  • Recomiéndale que tape su webcam. Podrían acceder a ella y conseguir imágenes suyas.
  • Enséñale los tipos de peligro a los que puede enfrentarse en la red y a denunciar a personas o acciones que le hagan daño, si es el caso.

 

 Debemos conocer…

 –          Cyberbullying: acoso a través de internet. Incluye actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos.

 –          Grooming: lo podríamos definir como “engatusamiento”. Se ejerce por parte de un adulto a un menor. Consiste en hacerse pasar por otra persona para engañar al niño y ganarse su confianza fingiendo empatía, cariño, etc. Se busca la obtención de datos personales y de contacto del menor, con fines manipulativos, para buscar un posterior beneficio sexual (imágenes de menor desnudo o realizando actos sexuales).

 –          Sexting: consiste en el envío de fotografías y/o vídeos de contenido sexual producidos por el propio remitente.

 –          Sextorsión: obtención de fotografías de contenidos sexual de un menor y posterior coacción para mantener relaciones sexuales o para la entrega de nuevas imágenes con el fin de evitar la difusión del material.

 –          Phubbing: combinación de las palabras phone (teléfono) y snubbing (hacer un desprecio) y se traduce como ningufoneo. Este término hace referencia al hecho de ignorar a una persona y al propio entorno por concentrarse en la tecnología móvil. En el caso de los adolescentes, esta práctica se relaciona con el hecho de ignorar a un compañero a causa de que no posea un teléfono móvil.

 

Autora:

Rebeca González Ginés, farmacéutica del Servicio de Información Técnica del COFM. 

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