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Una farmacia sin barreras

Probablemente no haya otro centro o establecimiento que sea más cercano y accesible para los ciudadanos que una farmacia. Sus puertas siempre están abiertas con el fin de garantizar la atención farmacéutica las 24 horas del día, los 365 días al año. Está en el ADN de nuestro modelo de farmacia.

Por eso, resultaría un contrasentido que existiesen barreras arquitectónicas que imposibilitasen o dificultasen la entrada a los locales de las personas con movilidad reducida. Los farmacéuticos somos conscientes de estas trabas y siempre hemos demostrado nuestra sensibilidad con este colectivo. No hay que olvidar que cada día entran 300.000 ciudadanos de media en las farmacias madrileñas.

Nos consta que son muchos los farmacéuticos en Madrid que ya han hecho esa adecuación de espacios para facilitar la vida a tantas personas que sufren una incapacidad. Y lo han hecho por convicción, pero ahora también toca hacerlo por obligación.

El Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad, nos lo exigirá desde el próximo 4 de diciembre. A partir de dicha fecha, será preciso garantizar las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación previstas. Y tenemos que tener en cuenta que los ciudadanos estarán en su derecho de pedirnos esas garantías en el acceso a un establecimiento público como es la farmacia.

Nuestro compromiso para remover estos obstáculos es inequívoco y el Colegio está brindando apoyo y asesoramiento especializado desde hace un año para adaptar las farmacias.

A través de FAMMA, la organización más representativa del colectivo de personas con discapacidad en la Comunidad de Madrid, las oficinas de farmacia que así lo han solicitado han podido contactar con los profesionales del Gabinete de Accesibilidad Universal de la Federación.

Es sencillo gracias a las gestiones del Colegio. Como ya informamos a través de una carta firmada por el presidente del Colegio, se puede llamar directamente a FAMMA, donde un técnico valorará la situación de cada local. También podremos solicitar un proyecto de viabilidad para eliminar barreras tanto físicas como de comunicación y recabar información sobre las posibilidades abiertas para potenciar su accesibilidad teniendo en cuenta la normativa vigente aplicable en este ámbito y el plazo legal para acometer los cambios.

No se nos pide tampoco un imposible. La propia norma reconoce que esta adecuación del espacio físico se llevará a cabo siempre que se trate de “ajustes razonables” y que no lleve consigo “una carga desproporcionada o indebida”. Esta indefinición es lo que nos llevó a buscar hace un año el asesoramiento experto de una asociación como FAMMA.

Puedes encontrar más información sobre informes técnico-jurídicos de casos prácticos con propuestas de ajustes razonables, así como las ayudas y subvenciones previstas en la página web sobre accesibilidad de la Comunidad de Madrid.

Creo que vale la pena intentarlo, porque los ciudadanos merecen este esfuerzo.

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