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Un nuevo rol para los farmacéuticos

Hay oficios y profesiones como pellejeros, toneleros, repujadores, arrieros, o guarnicioneros, por citar sólo unos pocos ejemplos, que han dejado de tener función social y, por esa razón, han desaparecido.

“Rol” es palabra que el castellano toma directamente del latín y significa “rollo”. Como se recordará, los libros de los egipcios, griegos y latinos no se asemejaban a los nuestros sino que eran papiros empalmados de manera continua que archivaban y conservaban en rollos. De ahí que la acepción que ahora damos al término “rol” como “papel” o “guión”, hunda sus raíces en el significado de “aquello que está escrito con respecto a…”; es decir “el rol de una profesión” es, en este caso, el “papel”, “el guión escrito” que la sociedad asigna a unos sujetos que desarrollan una serie de habilidades.

Si nos referirnos al “rol” que la sociedad asigna a los farmacéuticos, que a su vez es la adaptación que los farmacéuticos hacen para seguir siendo útiles a esa sociedad y pervivir como profesión, tendremos que reconocer que ha evolucionado y que se ha transformado, y que su “rol” o “función” sigue siendo actual y vigente.

El “rol” del farmacéutico, se encuentra en expansión. En la actual coyuntura las administraciones sanitarias delegan cada vez su responsabilidad en el paciente para que autogestione su salud. Una circunstancia que está llevando a ese paciente a buscar el consejo y asesoramiento del profesional sanitario más accesible y cercano, es decir, del farmacéutico. Ese farmacéutico, más asistencial y resolutivo, con diferentes ritmos, se encuentra en la actualidad definiendo y preparando un catálogo de servicios que dé respuesta a esa nueva demanda social. Quedan todavía incógnitas, fundamentalmente relacionadas con la financiación de ese catálogo, puesto que en el actual escenario de crisis no es probable que los hagan las administraciones, tal y como ocurre en el mundo anglosajón. Una opción serán los servicios financiados por los propios pacientes que los demanden, otra, las entidades de seguros sanitarios privados. El próximo mes de marzo el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, con la financiación de la Mutua General de Cataluña, pondrá en marcha en 60 farmacias del barrio Sarria-San Gervasi, un servicio de pruebas de detección de riesgo cardiovascular para los asegurados de dicha mutua.

En la imagen, un fragmento de “El escriba sentado” conservado en el Museo del Louvre. Esculpido en piedra caliza y después policromado entre los años 2480 y 2350 antes de Cristo, es una de las piezas más representativas y mejor conservadas del Imperio Antiguo de Egipto. El escriba sostiene un rollo de papiro desplegado en el que va escribiendo.

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