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¿Trapicheo con vacunas con la garantía de una tal Paca M.?

Más que alarmado, que también, te sientes estupefacto ante la insensatez de los anuncios de compra venta entre particulares de vacunas en Internet. Y es que es difícil dar crédito a que esto suceda de verdad. Porque ¿quién, en su sano juicio, puede comprar una vacuna en Internet contra el rotavirus a una tal Paca M., que afirma en una página que le “sobra una vacuna para bebés porque creía que eran cuatro dosis y necesitas solo tres”?

Es solo uno de los ejemplos de anuncios recopilados en el Colegio que estaban publicitados en la aplicación móvil de Wallapop, una plataforma que permite a los usuarios publicar ofertas para la compra–venta de una amplia variedad de artículos personales, según afirman los responsables de este canal.

De poco valen sus normas de uso cuando recogen, de entrada, la prohibición de vender medicamentos con receta, porque ya se trata de una infracción legal. Solo las farmacias autorizadas pueden vender medicamentos sin receta a través de la red. Está claro que no existe ningún tipo de control ni se exigen responsabilidades a los usuarios y propietarios de este medio. También es una prueba de que la inconsciencia no tiene límites, como tampoco los tiene ni se puede controlar Internet.

Los farmacéuticos ya hemos denunciado y advertido contra este tipo de actuaciones. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios no ha tardado en reaccionar y dar la alerta en relación con la venta de medicamentos a través de páginas de Internet de anuncios clasificados, como estas aplicaciones móviles.

No se pueden ofrecer medicamentos ni vacunas a saldo y, mucho menos, confiar en anuncios que ofrecen vacunas “muy bien conservadas en el frigorífico” para ahorrarte unos euros. Estos medicamentos carecen de las debidas garantías sanitarias y suponen un claro riesgo de la salud para los ciudadanos. Así hay que decirlo y denunciarlo.

Pero como también nos contó el hacker Chema Alonso en la pasada edición de Infarma, “hay mucha gente dispuesta a ser estafada” y a poner en riesgo, en este caso, su salud en la red. Contra esto, es muy difícil luchar, pero no nos cansaremos de advertir e informar y, sobre todo, de apelar a la responsabilidad de los ciudadanos, porque ellos son la clave para desterrar todo este tipo de reclamos y anuncios. Los medicamentos, ya saben, solo en farmacia.

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