Archivos

Tipos y pronóstico de la afasia, causa de la retirada de Bruce Willis

Se define afasia como un defecto o pérdida de lenguaje como consecuencia de una lesión neurológica en los centros del lenguaje o de sus conexiones, localizados en el hemisferio cerebral dominante. Se da en alrededor del 30-40% de los supervivientes de un ictus y afecta a alrededor de 2 millones de personas en el mundo.

La afasia no está considerada una enfermedad, sino un conjunto de trastornos que empieza a manifestarse por dificultad para hablar, problemas para comprender el habla, dificultad para recordar palabras o problemas para leer o escribir. Por eso hay varios tipos. Para detectar un paciente afásico es imprescindible explorar los siguientes parámetros: lenguaje espontáneo, cuánto habla, cuánto comprende y cuánto repite.

La afasia puede deberse a trastornos puntuales, como un accidente cerebrovasculartraumatismo cranealencefalitis, que no causan daño progresivo y, por tanto, no empeoran; o puede deberse a otros trastornos progresivos, como un tumor encefálico que aumenta de tamaño, o demencia, lo cual puede provocar un empeoramiento progresivo de la afasia.

Cuando hay problemas para comprender las palabras o reconocer los símbolos auditivos, visuales o táctiles, el trastorno es del hemisferio dominante para el lenguaje (área de Wernicke), y se denomina afasia de recepción, sensitiva, fluente o de Wernicke. A veces se acompaña de pérdida de la capacidad para leer palabras.

Si por el contrario se altera la capacidad para producir palabras, pero la comprensión y la capacidad para conceptualizar están relativamente preservadas, el trastorno afecta el área frontal o frontoparietal izquierda dominante, que incluye el área de Broca. Se denomina entonces afasia de expresión, motora, no efluente o de Broca. A menudo se acompaña de la pérdida de la capacidad para escribir y deterioro de la lectura oral.

En cualquier caso, recuperar la profesión de actor, o simplemente retomar la normalidad en nuestro entorno laboral, familiar y social va a depender de la detección y rehabilitación precoz del paciente afásico.

Es difícil aventurar un pronóstico y establecer el tiempo en recuperar la capacidad de comunicación, ya que, aun sabiendo el tipo de afasia que se padece, cada paciente va a responder de una manera.

La recuperación depende de lo siguiente:

  • Causa
  • Localización y extensión del daño cerebral. Cuanto más extensas, peor pronóstico. Las afasias motoras suelen tener mejores perspectivas que las sensoriales
  • Extensión del trastorno del lenguaje
  • Respuesta al tratamiento
  • En menor grado, la edad, la educación y la salud general del paciente

 

Pero al menos, en los numerosos estudios al respecto, hay unos factores que han demostrado que favorecen de manera positiva el pronóstico.

  • Apoyo familiar y del entorno del paciente
  • Inclusión del paciente en un programa multidisciplinar intensivo de rehabilitación integral, cuanto antes mejor, ya que la inactividad cerebral es perjudicial y, cuanto más tiempo pase, más difícil será recuperar o compensar lo perdido
  • Evaluación de la evolución del paciente a lo largo de la terapia. De esta manera, nos aseguramos de que está funcionando la rehabilitación
  • Socializar, relacionarse con amigos, familia y otros pacientes es de gran ayuda. Realizar actividades en grupo va a mejorar la motivación.
  • Plantear terapias que incluyan actividades con la temática que al paciente le gusta (películas, música, historia…) favorece la motivación y la generalización de lo trabajado
  • Apoyo psicológico, ya que la afasia está relacionada con la aparición de depresión

 

Finalmente, respecto al tratamiento, si el daño cerebral es leve, la persona puede recuperar las habilidades del lenguaje sin tratamiento. La fonoaudiología, mediante la rehabilitación del habla y del lenguaje, mejora la capacidad de comunicación.

El tratamiento farmacológico de la afasia necesita más estudios para analizar los beneficios. Actualmente no se encuentran autorizados en España ningún medicamento indicado, pero los últimos estudios apuntan a las terapias con fármacos catecolaminérgicos, glutamatérgicos, colinérgicos y serotoninérgicos, tales como donepezilo, memantina, levodopa y amantadina. También se dispone de resultados preliminares, pero esperanzadores, con piracetam en pacientes con afasia crónica post-ictus.

 

 

Inmaculada Castillo Lozano

Farmacéutica del Servicio de información técnica del COFM

Dejar un comentario