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Tinnitus, ruido como efecto secundario a determinados medicamentos

Los acúfenos o tinnitus consisten en la sensación de escuchar un ruido, sonido o pitidos en el oído o en la cabeza sin que haya una fuente externa real que los produzca. El ruido puede ser intermitente o continuo, así como unilateral, bilateral o percibirse en toda la cabeza. Este síntoma, que no se puede eliminar, ni se clasifica como patología, afecta a entre el 15 y 20 por ciento de la población adulta en España.

Habitualmente, los acúfenos tienen carácter leve y transitorio, pero en el caso de ser molestos o continuos pueden derivar en alteraciones del sueño e interferir en el descanso y la concentración, por lo que puede perjudicar seriamente la calidad de vida de quienes los sufren.

Las causas que originan el tinnitus son muy diversas, pudiendo estar relacionadas con la exposición prolongada a ruidos intensos o con una lesión en el oído interno provocada por un traumatismo. Pero también puede tratarse de un efecto secundario de algunos medicamentos que tienen efectos nocivos sobre cualquiera de las estructuras del oído y, por ello, son considerados ototóxicos.

Hay más de 200 medicamentos que causan problemas de audición, un efecto secundario no deseado de los tratamientos específicos para tratar infecciones, cáncer y enfermedades cardíacas, entre otras. Pero también pueden ser perjudiciales muchos fármacos indicados para dolencias menores. Así lo muestra un reciente estudio publicado por la revista “Journal of General Internal Medicine”, que relaciona el uso frecuente de analgésicos de venta libre, como la aspirina, los antiinflamatorios no esteroides (AINE) y el paracetamol con el riesgo de padecer tinnitus crónico persistente.

Según han puesto de manifiesto los investigadores del Brigham and Women’s Hospital (Estados Unidos), el uso frecuente de AINE o de paracetamol se asoció a un riesgo casi de un 20 por ciento mayor de desarrollar este síntoma, y las magnitudes de los riesgos elevados tendieron a ser mayores con un uso más frecuente. El mismo riesgo que encontraron al valorar el uso regular (2 o más días a la semana) de inhibidores de la COX-2.

Por su lado, las conclusiones desvelan que el consumo de aspirina en dosis bajas refleja un desarrollo de tinnitus persistente poco elevado, mientras que cuando se usa en dosis moderadas sí que se eleva el riesgo, al igual que ocurre con el paracetamol.

El estudio ha centrado su análisis en los posibles efectos a largo plazo relacionados con el consumo de este tipo de medicamentos de manera frecuente en dosis normales. La investigación se ha realizado a lo largo de 20 años haciendo un seguimiento a 69.455 mujeres sin tinnitus al comienzo del estudio.

 

Charo Tabernero

Periodista del Departamento de Comunicación del COFM

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