Soluciones para pérdidas auditivas. Acude a profesionales
La audición es un proceso fisiológico que permite a los seres vivos recibir y analizar las vibraciones de las moléculas del medio externo, dentro de un rango determinado de frecuencias. Las vibraciones se denominan sonidos y tienen dos características: la frecuencia (grave o aguda) y la intensidad. La frecuencia se mide en hercios (Hz) y la intensidad, en decibelios (dB).
El proceso de audición se divide en dos tipos de funciones, la transmisión del sonido (realizadas por el oído externo y medio), y la transformación eléctrica o percepción, que tiene lugar desde el órgano de Corti, donde se transforma la energía mecánica sonora en impulso eléctrico, y se transmite por las vías nerviosas auditivas hacia el cerebro.
Se denomina hipoacusia o sordera a la discapacidad para oír, independientemente de la intensidad. La pérdida de audición, si la clasificamos de manera cuantitativa, puede ser leve, moderada, grave o profunda. Puede afectar a uno o ambos oídos.
Tipos de hipoacusia:
- De conducción, si se debe a lesiones del aparato transmisor, siendo potencialmente recuperables con tratamiento médico o quirúrgico
- Neurosensoriales cuando hay lesiones en el órgano de Corti, alteraciones de las vías acústicas o trastornos en la corteza cerebral auditiva
- Mixtas, por alteraciones simultáneas.
También se puede clasificar, según la evolución en: estable, progresiva, brusca o fluctuante.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se dice que alguien sufre pérdida de audición cuando no es capaz de oír tan bien como una persona cuyo sentido del oído es normal, es decir, cuyo umbral de audición en ambos oídos es igual o mejor que 20 decibelios (dB).
La pérdida auditiva puede estar causada por diversos factores, entre ellos se encuentran el envejecimiento, algunas enfermedades, el uso de medicamentos o la exposición a sonidos o ruidos fuertes y prolongados. Es importante detectarla y tratarla, consultando al especialista, ya que la incapacidad para escuchar bien crea problemas de comunicación y puede hacer que las personas se aíslen y se sientan solas, afectando seriamente a la calidad de vida.
Para diagnosticar una hipoacusia hay que llevar a cabo una estrategia, que incluye anamnesis, examen clínico con otoscopia y evaluación audiométrica. Aunque, si así lo considera el especialista, se realizan exámenes adicionales con técnicas de imagen, pruebas de laboratorio o estudios electrofisiológicos.
Entre los sistemas destinados a tratar paliativamente las hipoacusias perceptivas de origen coclear están los audífonos, los implantes auditivos activos de oído medio y los implantes cocleares. La elección de unos u otros dependerá fundamentalmente de la intensidad de la hipoacusia.
Los audífonos son prescritos por el especialista en otorrinolaringología, según el tipo de hipoacusia, del daño de las células sensoriales y del nivel de pérdida auditiva. La adaptación de los audífonos la realizan los audioprotesistas, los cuales según el artículo 4 del Real Decreto 1685/2007, de 14 de diciembre, por el que se establece el título de Técnico Superior en Audiología Protésica, son responsables de seleccionar y adaptar las prótesis auditivas realizando la evaluación audiológica, efectuando el seguimiento del usuario y el mantenimiento de la prótesis, así como la determinación de las medidas de protección acústica a partir de la evaluación de los niveles sonoros. La ganancia que aporta la prótesis debe conseguir que la curva audiométrica se asemeje lo más posible a la normal.
Los audioprotesistas, por tanto, ayudan a elegir el aparato que mejor se adapte a la persona y a programarlo según el nivel de audición. Antes de comprar un audífono, se recomienda preguntar porque algunas prótesis auditivas cuentan con un período de prueba para que puedas devolver el producto si no se adapta. Hay algunos audífonos a los que se les puede aumentar la potencia en un futuro, evitando tener que comprar uno nuevo si la pérdida auditiva empeora. Y, por último, hay que saber que algunas pólizas de seguro cubren el costo de prótesis auditivas de manera parcial o total.
Los audífonos no son baratos, ya que se diseñan específicamente y se someten a estrictos controles y evaluaciones de seguridad para comprobar su calidad y eficacia. Últimamente hay en el mercado dispositivos mucho más económicos que los audífonos, que son amplificadores de sonido. Estos aparatos se emplean para aumentar la intensidad de sonidos difíciles de escuchar, por ejemplo, la voz del profesor cuando estás en el fondo de una clase. Estos aparatos son para personas que no tienen problemas auditivos y no ayudan a pacientes con hipoacusia. Estos aparatos amplifican por igual todas las frecuencias y no dan un ajuste personalizado. Si no se supervisan por un profesional pueden causar daños irreversibles.
La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) informa de las diferencias, ya que las empresas que los comercializan los llaman “soluciones auditivas” e inducen al error a los usuarios.
Siguiendo las recomendaciones de la AEMPS:
- Acudir a un especialista en otorrinolaringología para realizar diagnóstico médico en caso de pérdida auditiva
- Acudir a gabinetes de audioprótesis autorizados para la adquisición de un audífono
- Si tiene audición normal y quiere o necesita utilizar amplificadores de sonido en ciertas situaciones, lea y siga atentamente tanto las indicaciones como las precauciones de uso del aparato, evitando un uso prolongado
- Se desaconseja adquirir amplificadores de sonido con el fin de compensar pérdidas auditivas
Hay farmacias que cuentan con servicio de audiología, ya que la formación especializada va dirigida, entre otros profesionales sanitarios, a los farmacéuticos. Esta sección aporta un servicio añadido a la farmacia, sobre todo en zonas rurales, donde puede que no haya un gabinete audioprotésico, pero sí una farmacia. El farmacéutico, lleva a cabo la atención al paciente con hipoacusia o cualquier necesidad referente a la salud auditiva, desde la limpieza de oídos, hasta la posible detección de tratamientos farmacológicos ototóxicos. El servicio de audiología además de ser un servicio complementario que ayuda a la población, puede servir de apoyo al sistema sanitario, detectando de manera precoz casos susceptibles de derivación al especialista.
Inmaculada Castillo Lozano
Doctora en Farmacia. Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid
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