Sí, a la prueba del VIH en farmacia y sin receta
Los profesionales sanitarios somos conscientes de que no hay prueba diagnóstica que sea infalible. Lo normal es contrastar y confirmar el resultado con una segunda prueba para salir de dudas. Por eso, los test de autodiagnóstico no son una herramienta ni mucho menos definitiva, pero sí ofrecen una valiosa ayuda al paciente y también al propio Sistema Nacional de Salud si se utilizan de forma adecuada y con la información profesional debida.
El Ministerio de Sanidad así lo ha pensado al proponer un cambio normativo del Real Decreto 1662/2000, de 29 de septiembre, sobre productos sanitarios para diagnóstico in vitro, con el fin de que los pacientes accedan a los test de autodiagnóstico del virus del sida en la farmacia sin necesidad de disponer de prescripción médica.
Previsiblemente los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas abordarán este cambio legal en el próximo Consejo Interterritorial del SNS, previsto para el 21 de junio. Así figura en el orden del día avanzado el pasado 24 de mayo por el último Comité Consultivo del SNS, como reunión previa a la Comisión Delegada del Interterritorial, y así se aconseja en el Plan Estratégico de Prevención y Control de la Infección por el VIH.
Hasta ahora los únicos productos de autodiagnóstico que se pueden vender en la oficina de farmacia sin receta son los test de embarazo y de fertilidad, así como los productos para determinar la glucemia. Si sale adelante la propuesta se sumarán también los test rápidos de detección del VIH. Será una excelente oportunidad para comprobar los resultados de esta decisión en el tiempo, esto es, si facilitando el acceso a la prueba logramos promover el diagnóstico precoz del VIH y reducimos la proporción de personas no diagnosticadas. Una cosa está clara: si no se proponen otras alternativas que, seguramente, serán más costosas para el sistema, la tasa de infectados sin saberlo seguirá siendo muy alta.
No olvidemos que los datos disponibles establecen que en España existen cerca de 150.000 personas con VIH, de las cuales un 25 por ciento (37.500) desconocen que están infectadas, y que cada año se notifican 3.366 nuevos diagnósticos de VIH, según cifras de 2014.
Merece pues la pena abrir esta posibilidad, como se ha hecho en Estados Unidos, Francia o el Reino Unido. El propio NICE lo ha recomendado y hasta se trata de una demanda de los propios pacientes. Y hacerlo en la farmacia como punto de venta autorizado, ya que los kit de autotest se pueden adquirir a través de Internet sin ninguna garantía de calidad. El farmacéutico es el profesional que ofrece seguridad y calidad en el uso de estos productos, además de consejo informado sobre el alcance real de esta prueba y la necesidad de derivar al paciente para confirmar el positivo de la prueba y, viceversa, no dar por sentado el negativo si existe constancia de una conducta de riesgo. Fomentar la prevención está en el ADN de la farmacia.
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