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¿Sabes cómo medirle la fiebre a tu mascota?

La fiebre es el aumento temporal en la temperatura corporal como respuesta a alguna patología o padecimiento. Es una respuesta fisiológica que aumenta la capacidad del hospedador para eliminar el agente nocivo.

La temperatura normal de los perros oscila entre los 38 y 39,2ºC.

La temperatura habitual en gatos suele encontrarse entre los 38 y los 39,5ºC.

No obstante, estos rangos pueden variar en función de la raza u otras características individuales del animal (estrés).

Algunos síntomas que pueden hacernos pensar que nuestra mascota tiene fiebre son la pérdida de apetito, deshidratación, letargo, apatía, sequedad en el hocico, temblores, aumento de la frecuencia cardiaca y/o respiratoria, somnolencia y secreción nasal.

Cuando la temperatura es igual o mayor a 41ºC se debe acudir al veterinario.

El método más seguro y fiable para medir la temperatura corporal de nuestra mascota es vía rectal (la medida en las axilas o en los oídos es menos precisa). En el botiquín debemos tener un termómetro digital o analógico destinado exclusivamente para ello.

La toma de temperatura debe hacerse cuando el animal se encuentre tranquilo, en reposo siguiendo los pasos expuestos a continuación:

  1. Sujetar firmemente y calmar al animal (caricias, palabras suaves, adminístrale algún premio, etc.). Es recomendable que te ayude otra persona.
  2. Para facilitar la introducción del termómetro y no hacer daño al animal podemos lubricarlo con vaselina o parafina líquida o usar un termómetro flexible.
  3. Introducir la punta del termómetro (1.5-2.5 cm dependiendo del tamaño del perro) en el recto.
  4. Una vez dentro se gira levemente de tal manera que el termómetro contacte con la pared lateral del recto, y no tengamos una temperatura errónea en el caso de que haya heces en el último tramo del digestivo.
  5. Levantar la cola o desplazarla hacia un lado nos facilitará esta maniobra.
  6. El termómetro nos indicará mediante un pitido o señal en su pantalla cuando ha finalizado la medición.
  7. Al terminar, no olvides, recompensar a tu mascota, de este modo, aprenderá que la medición de la temperatura no es nada malo.
  8. Por último, lavar bien el termómetro con agua y jabón o alcohol antes de guardarlo.

 

Rebeca González Ginés

Farmacéutica del Servicio de Información Técnica COFM

 

 

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