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¿Qué medicamentos nos pueden hacer engordar?

Por todos es conocido que los medicamentos tienen efectos secundarios (somnolencia, fatiga, mareos, entre otros). Sin embargo, existe un efecto secundario menos conocido y, no por ello menos importante, se trata del aumento de peso. Quizá sin saberlo estés consumiendo algún medicamento que te puede hacer engordar. En este post te explicamos cuáles son y cómo podemos contrarrestar ese incómodo efecto secundario con un estilo de vida saludable.

La toma de algunos medicamentos conlleva un aumento de peso secundario a los efectos fisiológicos que producen en nuestro organismo. Unos provocan un aumento del apetito, otros alteran el metabolismo de los hidratos de carbono, incrementan el almacenamiento de grasa, inducen alteraciones tiroideas o favorecen la retención de líquidos.

Entre los medicamentos más usados que pueden producir un aumento de peso están:

  • Antipsicóticos: Son uno de los tipos de medicamentos más relacionados con el aumento de peso. Este aumento de peso puede deberse a un incremento de azúcar en sangre, a una disminución de la actividad tiroidea o a un aumento de colesterol en sangre.
  • Antidepresivos y ansiolíticos: Estos fármacos actúan a nivel del sistema serotoninérgico, que es precisamente el que actúa controlando el hambre y la sensación de saciedad, disminuyen la velocidad del metabolismo y la cantidad de leptina (hormona de la saciedad), lo que origina un aumento del apetito. Además, es posible que provoquen una bajada de energía, lo cual induce al cerebro a necesitar glucosa, por lo que tendremos más ganas de consumir hidratos de carbono. Estos efectos dependen de la duración del tratamiento y del propio fármaco.
  • Betabloqueantes: Son una clase de fármacos utilizados para tratar diversas patologías cardíacas como hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, arritmias, anginas de pecho o infartos de miocardio. Estos medicamentos pueden actuar ralentizando el metabolismo, provocando una elevación de los triglicéridos y una reducción del colesterol HDL al reducir la lipólisis. Además, al disminuir la frecuencia cardíaca, pueden provocar cansancio, lo cual hace que los pacientes no realicen ejercicio físico, aumentando así las probabilidades de engordar.
  • Antihistamínicos: usados para tratar las alergias, ya que bloquean la acción de la histamina, sustancia causante de los síntomas alérgicos. La histamina, además, reduce el apetito y, por ende, estos medicamentos contrarrestan ese efecto, aumentando el apetito. Además, en algunos pacientes favorecen el estreñimiento y la retención de líquidos.
  • Corticoides: Son los fármacos antiinflamatorios más potentes, se emplean en el asma, urticarias, procesos reumáticos y autoinmunes, y en oncología. Aumentan el apetito, la retención de líquidos y la sed, producen una redistribución de la grasa corporal, tienden a aumentar los niveles de glucosa en sangre y provocan una descompensación del metabolismo de los hidratos de carbono. Todo ello se traduce en una subida de peso.
  • Anticonceptivos orales: Pueden provocar un aumento de la acumulación de grasa, la cantidad de agua y acción anabólica, lo que da como resultado un aumento de peso debido al aumento del apetito y la retención de líquidos.
  • Antimigrañosos: algunos pueden aumentar el apetito.

No todos los pacientes pueden sufrir aumento de peso al tomar estos fármacos, pero si fuera el caso, desde tu oficina de farmacia podemos ayudarte a contrarrestarlo:

  • Sigue una dieta equilibrada, baja en sal y rica en verduras y frutas (tienen un gran poder saciante sin provocar aumento de peso). Planifica tus comidas de antemano.
  • Bebe mucha agua: es fundamental para reducir la retención de líquidos. Procura beber diariamente 1.5-3 litros de agua.
  • Toma tus medicamentos siguiendo las instrucciones de tu médico y farmacéutico: dosis, horario, duración de tratamiento, con o sin comidas, etc.
  • No olvides dormir adecuadamente 7-9 horas al día.
  • Realiza deporte según tus posibilidades. Salir a caminar cada día a paso rápido durante al menos una hora y media, puede ayudarte a mejorar tu salud cardiovascular, la osteoporosis, la ansiedad, etc.

Recuerda que, si estas tomando alguno de los medicamentos anteriores,  no debes abandonar o interrumpir el tratamiento por tu cuenta sin consultar antes con tu médico o farmacéutico, ya que los beneficios del tratamiento siempre serán mayores que el inconveniente de engordar un poco. Como hemos explicado, muchas veces este temido efecto secundario se puede evitar, además, en otras ocasiones, es transitorio, puede aparecer durante los primeros momentos del tratamiento, pero después disminuye o incluso desaparece.

 

Rebeca González Ginés

Farmacéutica. Servicio Información Técnica COFM

 

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