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¿Qué es un queloide?

Un queloide es una lesión de la piel causada por el crecimiento excesivo o exagerado del tejido cicatricial adicional. Este tejido se presenta en donde la piel ha sanado después de alguna lesión, adquiriendo un aspecto abultado y de color rosado-rojo que no mejora con el paso del tiempo y, aunque generalmente no causa ningún problema, puede resultar ciertamente antiestético.

Entre las causas que inciden en su aparición pueden citarse factores genéticos y raciales (en las personas de piel más oscura y en las mujeres son más frecuentes). Puesto que se trata de un proceso de cicatrización exagerado, la causa puede ser cualquier lesión que la piel haya podido padecer: quemaduras, incisiones quirúrgicas, rasguños, acné, varicela, picaduras de insectos, perforaciones, etc.

Se puede localizar en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en el tercio superior del tórax y en la espalda. Por motivos desconocidos, una misma persona puede cicatrizar de forma normal en algunas localizaciones o heridas y en otras formando queloides.

Normalmente los queloides no requieren tratamiento. Si el queloide es molesto para el paciente o se quiere reducir su tamaño, existen diferentes opciones:

  • Corticoides tópicos o intralesionales: constituyen la primera línea de tratamiento.
  • Extirpación quirúrgica: está indicada si la administración de corticoides no produce mejoría significativa. Hay que tener en cuenta que este proceso puede provocar una cicatriz queloide aún mayor.
  • Uso de geles o apósitos de silicona: su uso consigue disminuir el relieve y las protuberancias  de los queloides a lo largo del tiempo. Este tipo de tratamiento es seguro e indoloro.
  • Crioterapia (nitrógeno líquido): es de mayor utilidad en combinación con corticoides tópicos. Tiene como efecto secundario la hipopigmentación permanente, por lo que se debe limitar su uso en pacientes con piel oscura.
  • Tratamientos con láser: la combinación del láser con corticoides intralesionales y/o 5-fluorouracilo intralesional parece obtener buenos resultados.
  • Radiación: los riesgos a largo plazo asociados al uso de radiación para una lesión benigna limitan su uso en la mayoría de los pacientes. Es ocasionalmente apropiada en queloides resistentes a otros tratamientos.
  • El imiquimod tópico se puede utilizar para evitar la formación de queloides después de una cirugía y también previene su reaparición después de extirparlos.

Es muy importante proteger adecuadamente al queloide del sol, usando protección solar diaria e incluso tapándolo completamente con un apósito adecuado.

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