Cómo prevenir un golpe de calor
No hacemos más que oír el término “ola de calor”, y no es la primera desde que llegó el verano. Sin embargo, y pese a los muchos consejos que se están dando, nunca está de más tomar precauciones que, si bien nos parecen obvias, al final, en la práctica no parece que seamos tan conscientes, pues se producen accidentes y problemas consecuentes de una mala protección.
Por ese motivo, desde el COFM os recordamos algunas pautas a seguir para evitar sufrir un golpe de calor.
Síntomas de un golpe de calor
Debemos evitar insolaciones y prevenir golpes de calor. Es fundamental conocer los síntomas de un golpe de calor para poder actuar a tiempo y de la forma correcta, ya que es una situación de riesgo que puede ser muy grave, especialmente en personas mayores y en niños pequeños.
En la fase inicial los síntomas más habituales son: dolor de cabeza, mareos, náuseas e incluso vómitos. En la siguiente etapa, surgen otros síntomas, como calambres, elevación de la temperatura corporal (en 10-15 minutos puede subir hasta los 40º), convulsiones, aturdimiento, alteración de la conciencia, desorientación, etc.
¿Cómo actuar ante un golpe de calor?
- Llevar a la persona afectada a un lugar con sombra y lo más fresco posible.
Colocarla en posición semi-sentada, con la cabeza levantada para favorecer la respiración.
- Reducir su temperatura corporal: quitarle algo de ropa, darle aire (abanico o ventilador), utilizar compresas de agua fría en la frente, la nuca, etc.
- Darle de beber agua fresca para rehidratarse, pero debe hacerlo a pequeños sorbos y no de golpe.
- Si no se recupera o hay pérdida de conocimiento, debemos tumbar a la persona afectada con las piernas flexionadas y llamar inmediatamente a urgencias.
- Agua: beber agua a menudo para evitar la deshidratación, aunque no se tenga sed. Evitar bebidas calientes, gaseosas y alcohólicas.
- Llevar una alimentación más ligera: comprar frutas de temporada que contienen más cantidad de agua, consumir sopas y purés fríos y ensaladas. Evitar las comidas copiosas y ricas en grasas.
- Alternar ratos de sol y de sombra.
- Es conveniente refrescarse con agua frecuentemente.
- La casa hay que intentar mantenerla fresca, para ello, mantendremos las persianas bajadas, crearemos corrientes y usaremos ventiladores y aire acondicionado.
- Y nos protegeremos del sol según hemos comentado anteriormente.
Prevención de accidentes
Durante el verano se realizan más actividades al aire libre, es la estación en la que más desplazamientos realizamos y además solemos encontrarnos en lugares que normalmente desconocemos, por todo ello, estamos más expuestos al riesgo de sufrir accidentes. Entre los principales accidentes veraniegos tenemos: accidentes de tráfico, ahogamientos, intoxicaciones, caídas y golpes.
Es importante transmitir a los niños las normas básicas de seguridad sobre la actividad concreta que vayamos a realizar, así como, las normas generales sobre el tráfico, el fuego, el agua, la electricidad, etc.
Haremos hincapié en:
- En las barbacoas, debemos tener especial cuidado con el fuego.
- No romper la cadena de frío de los alimentos. Conservar los alimentos refrigerados.
- Lavar y desinfectar adecuadamente las frutas, verduras y hortalizas.
- Ojo con el consumo de mayonesa, salsas, etc., caseras elaboradas con huevo fresco. Debemos consumirlas inmediatamente y desechar los restos.
Nunca debemos beber agua no embotellada, si no sabemos su procedencia o potabilidad.
- En las fiestas populares en las que se utilicen petardos, debemos asegurarnos que sean los adecuados para la edad del niño, para evitar quemaduras, lesiones acústicas, lesiones oculares e incluso amputaciones.
- Nunca se deben utilizar cerca de productos inflamables o zonas boscosas y es aconsejable utilizar guantes de cuero durante su manipulación.
- El baño deberá realizarse en zonas que no entrañen peligro, siguiendo las recomendaciones de los socorristas y respetando las señales de peligrosidad.
- Cuando montemos en bicicleta, patines, patinete o monopatín, hay que usar siempre casco, además de protección en codos, rodillas y palmas de las manos.
- Con las ventanas y balcones abiertos, debemos vigilar que no haya sillas u otros objetos sobre los que puedan subirse los pequeños, además de evitar que se asomen.
- No manipular ningún aparato eléctrico, enchufe o cable con la piel mojada o los pies descalzos.
- Es conveniente que los niños memoricen el número del teléfono móvil de sus padres lo antes posible.
- Cuando realizamos un viaje en coche, es necesario revisar los asientos infantiles, evitar las comidas pesadas justo antes de salir y parar como mínimo cada 2 horas.
- Recuerda no dejar nunca a los niños y animales dentro del coche.
Si viajamos al extranjero debemos: revisar las vacunas obligatorias en función de nuestro destino, revisar las recomendaciones sobre la necesidad de usar repelentes de insectos, adquirir un pequeño botiquín de viaje, etc.
- En nuestras excursiones, es aconsejable llevar un botiquín con el material necesario para primeros auxilios.
- Si tienes un tratamiento pautado y debes viajar con tus medicamentos, recuerda llevarlos en los envases originales, con sus prospectos y mantenerlos en las condiciones adecuadas de temperatura. No olvides tu tarjeta sanitaria ni el informe médico.
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