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Preparar un desayuno equilibrado y sano para niños

Saltarse el desayuno o comer poco y mal por la mañana no es algo sin importancia, por muy bien que se hagan el resto de las comidas del día. Este mal hábito nos va a pasar factura, especialmente a los más pequeños. A estas alturas pocas personas dudan de que hacer un desayuno equilibrado y saludable es la mejor forma de empezar el día, pero aún hay muchas otras personas que o no desayunan o salen de casa solo con un café o un vaso de leche.

¿Sabías que no desayunar nos hace sufrir un déficit de glucosa que acarrea un descenso del rendimiento, ya que afecta la capacidad de locución o expresión, memoria, creatividad y resolución de problemas? Algo muy alarmante, como podemos suponer, si hablamos de niños, que necesitan mucha energía para su día a día, ya que están en pleno proceso de crecimiento y desarrollo. Aun así, sabemos que a muchos pequeños les cuesta desayunar. La razón puede ser porque hacen cenas demasiado copiosas y a una hora muy próxima a acostarse. No estar acostumbrado a desayunar porque en la familia tampoco se desayuna es otra de las causas. Por ello, es importante que toda la familia se conciencie de la importancia de realizar esta comida.

 

¿Cómo hacerles el desayuno?

Para que sea equilibrado deben estar representados, como mínimo, los siguientes grupos de alimentos:

  • Alimentos ricos en hidratos de carbono complejos: estabilizan los niveles de glucosa en sangre y aportan energía que se va liberando lentamente y de forma constante a lo largo de la jornada. Entre las fuentes más recomendables se encuentran los cereales calientes (crema de centeno, crema de trigo sarraceno, avena, etcétera), cereales fríos integrales (arroz, maíz o mijo inflados, muesli, etcétera), panecillos, panes y galletas (se pueden acompañar de mantequilla o margarina, mermelada, compota de fruta, mantequilla de cacahuetes, mantequilla de sésamo, jamón o charcutería poco grasa, pescado en conserva como el atún enlatado, huevo, etcétera). La bollería se debe consumir de forma muy esporádica, ya que aporta un exceso de grasas saturadas, colesterol y azúcares refinados.
  • Alimentos ricos en hidratos de carbono simples: aportan energía inmediata. Las frutas de temporada proporcionan energía, además de nutrientes importantes, como las vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra dietética. Se puede optar por una pieza de fruta fresca o bien, un zumo natural. Alimentos ricos en calcio: es un mineral imprescindible para el crecimiento y el desarrollo de los huesos y dientes de los más pequeños. Se pueden alternar a la semana diferentes tipos de lácteos en el desayuno, como la leche, yogures, quesos o postres lácteos.

Opciones para los niños mayores:

OPCIÓN 1:

  • 1 vaso de leche
  • semidesnatada + 1 bocadillo mini de
  • jamón ibérico + 1 naranja.

OPCIÓN 2:

  • 1 vaso de zumo natural
  • de fruta + 2 tostadas con margarina
  • y mermelada + 1 yogur natural.

OPCIÓN 3:

  • 1 vaso de leche
  • semidesnatada con muesli + 2 kiwis
  • medianos.

OPCIÓN 5:

  • 1 vaso de leche
  • semidesnatada + 1 magdalena + 1
  • manzana.

OPCIÓN 6:

  • 1 vaso de zumo de fruta
  • natural + 2 tostadas integrales

 

Desayunar evita enfermar y la obesidad

Los estudios indican que los niños que toman a diario un desayuno completo compuesto por alimentos como la leche, fruta e hidratos de carbono obtienen mejores calificaciones escolares, tienen más energía, desarrollan una actitud más positiva frente a la vida y sufren menos enfermedades. Además, no saltarse el desayuno ayuda a conseguir una buena distribución de las calorías a lo largo de todo el día y, por lo tanto, favorece un buen mantenimiento del peso corporal y aleja la obesidad de nuestros hijos.

 

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