Un Plan de Movilidad que cuenta con la farmacia
En una ciudad como Madrid garantizar la movilidad haciéndola al mismo tiempo más sostenible, es decir, con menos atascos y contaminación, no es una ecuación fácil. Hay, desde luego, muchos intereses en juego, muchos equilibrios que hay que sopesar si se quiere sacar adelante con éxito este objetivo de la máxima prioridad política, social y sanitaria.
Este es el ejercicio que ha tenido que hacer el Área de Medio Ambiente y Movilidad de la capital para aprobar el proyecto inicial de Ordenanza de Movilidad Sostenible: escuchar, analizar y ponderar todas las circunstancias primando siempre, en primer lugar, la salud de los ciudadanos. Porque de eso se trata, de mejorar el aire que respiramos reduciendo la polución que tanta incidencia tiene en nuestra salud.
Desde el COFM no tenemos más que agradecer la sensibilidad demostrada por el equipo de trabajo del Ayuntamiento, que ha sabido entender desde el primer momento que el acceso a los medicamentos de los ciudadanos a través de las oficinas de farmacia es esencial para nuestro sistema de salud. Para ello se debía garantizar un servicio de distribución farmacéutica sin interrupciones por una sencilla razón: los pacientes no pueden esperar, no pueden verse afectados por cortes y restricciones a la circulación o por limitaciones horarias de reparto.
Afortunadamente hemos tenido la oportunidad de explicar a través de nuestro vocal de Distribución cómo funciona la distribución de medicamentos en España para hacer posible que las medicinas estén en la farmacia en el momento en que el paciente los necesita, sin listas de espera.
Equiparar en este sentido los vehículos destinados al servicio de entrega de medicamentos a centros sanitarios y oficinas de farmacia a las ambulancias es un acierto y una garantía también para todos los madrileños.
Nuestra red de oficinas de farmacia tiene además una gran ventaja añadida al prestar un servicio de cercanía a los ciudadanos que evita, en la mayoría de los casos, tener que coger el coche para buscar una farmacia, como ocurre en la mayoría de los países. En este sentido, podemos decir que contribuimos también a una movilidad sostenible porque casi todos tenemos una botica abierta a cinco minutos andando, y eso tiene un enorme valor para una sociedad cada vez más envejecida.
Solo nos queda felicitarnos porque desde el Ayuntamiento se reconozca y se valore el papel que juegan la distribución farmacéutica y las oficinas de farmacia al garantizar que las limitaciones que se establezcan a la circulación por razones medioambientales que estén debidamente justificadas no comprometan en ningún caso el acceso a los medicamentos.
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