Navidad saludable para nuestros mayores
En Navidad los excesos son muy comunes, por eso la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG) recomienda una serie de pautas para prevenir inconvenientes a las personas mayores. Para ello es fundamental mantener la hidratación, evitar el alcohol y las comidas copiosas o grasientas, dar pequeños paseos en las horas centrales del día y mantener la temperatura del hogar entre 20 y 22 grados.
Tradicionalmente la Navidad se celebra en torno a la mesa, por eso es importante planificar el menú y tener presente que una de cada tres personas mayores es diabética, por lo que es necesario controlar el consumo de dulces por estas fechas, aunque tampoco es conveniente usar dietas restrictivas que pueden suponer riesgo de malnutrición e hipoglucemia. Al respecto, conviene recordar que con la edad el sistema gustativo conserva el paladar para los sabores dulces y pierde el gusto por los sabores salados o ácidos. Es por eso que los ancianos son más golosos con los años. También debemos reparar en los inconvenientes de la sal, ya que la hipertensión afecta a un importante número de personas de avanzada edad.
Otro aspecto que preocupa a la SEMEG es el relacionado con el consumo de bebidas alcohólicas porque la tolerancia al alcohol disminuye con la edad. Las dosis moderadas que antes eran bien aceptadas se pueden convertir ahora en un contratiempo, por eso, el consumo durante las fiestas navideñas debe ser limitado para no poner en riesgo la salud de las personas mayores. Brindar con una copita de más puede interaccionar con muchos de los medicamentos que toman los ancianos de manera crónica, entre los que se encuentran los psicofármacos, y también aumenta el riesgo de inestabilidad y caídas.
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