Falsificados en Alemania: no se puede bajar la guardia
Ningún sistema de salud es inmune a la falsificación de medicamentos y, por eso, Europa está extremando los controles para verificar la autenticidad de los fármacos y blindar aún más la cadena farmacéutica.
El último país donde se han hallado copias falsas de fármacos de primera necesidad es Alemania. Sus autoridades sanitarias dieron la alerta el pasado mes de julio al detectar en farmacias falsificaciones del neuroléptico Xeplion, del laboratorio Janssen-Cilag. Antes se habían encontrado falsificados de Harvoni, el tratamiento de última generación contra la hepatitis C.
Al parecer, la reimportación de tratamientos que todas las farmacias alemanas están obligadas a practicar por ley para reducir precios estaría detrás de esta lacra difícil de combatir si no tomamos conciencia como sociedad del enorme desafío que supone.
Incluso un país como España, donde gracias a nuestro ejemplar modelo de distribución y dispensación de medicamentos hemos podido evitar de momento que se cuelen las falsificaciones en el canal legal, no está libre de esta amenaza. El inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía, Javier Molinera, ofrecía datos recientemente en una jornada organizada en el COFM del enorme mercado que mueven quienes se dedican a traficar con falsificaciones farmacéuticas en nuestro país no solo a través de Internet, sino de otros canales como parafarmacias o gimnasios, entre otros.
Necesitamos, por tanto, concienciar a la población de que los medicamentos con receta solo se deben adquirir en la oficina de farmacia, porque son los únicos establecimientos autorizados para dispensarlos al público en general y porque, junto con el resto de agentes que integran la cadena farmacéutica, garantizamos su autenticidad.
Este es el principal mensaje que los farmacéuticos madrileños, junto con las autoridades sanitarias regionales, nos hemos comprometido a promover en una campaña de información que, bajo el eslogan ‘No compres medicamentos a ciegas en Internet’ se podrá ver en farmacias, red de transporte pública y medios de comunicación hasta el próximo mes de diciembre.
Tenemos que ser activos y liderar también la respuesta de la farmacia en este terreno, como también lo estamos haciendo a través del Sistema Español de Verificación de Medicamentos en cumplimiento de la directiva antifalsificación. Como profesionales del medicamento debemos contribuir a informar y formar a la población de los riesgos que implica comprar cualquier tipo de fármaco en la red fuera del canal de farmacias autorizadas. Solo a través de los farmacéuticos los ciudadanos pueden tener la certeza de que están accediendo a tratamientos indicados para su salud que cuentan con todas las garantías sanitarias y de que velamos por su salud.
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