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Día Mundial Sin Tabaco: tu mejor decisión, elegir salud

El tabaquismo es la primera causa de muerte evitable en los países industrializados, siendo responsable de alrededor de 6 millones de muertes al año en el mundo. Por eso, el 31 de mayo de cada año se celebra el Día Mundial Sin Tabaco. Solo en la Comunidad de Madrid, el tabaco mata a 5.300 personas cada año. Es decir, el 14% de las muertes que se producen en esta Comunidad cada año son atribuidas al consumo del tabaco. El tabaquismo contribuye significativamente a la mortalidad mediante la inducción de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y oncológicas, afectando gravemente a la salud de las personas y provocando una amplia gama de patologías que culminan en un desenlace fatal.

Los fumadores deben saber que dejar de fumar es la mejor decisión de su vida. Si están claramente decididos, existen diversos medios de apoyo, psicológico o farmacológico. Hay que elegir el momento adecuado y tener la firme determinación de seguir adelante.

El compromiso del farmacéutico con la deshabituación tabáquica ayuda a reducir la prevalencia del tabaquismo, especialmente en los jóvenes, contribuyendo a la promoción de una generación más saludable y consciente de los riesgos asociados, ayudando a normalizar una vida sin tabaco, vapeadores y otros dispositivos.

Actualmente existen varios tratamientos farmacológicos que se comercializan a través de diversas marcas comerciales. La terapia de sustitución de la nicotina se dispensa en la farmacia sin necesidad de receta médica y no está incluido en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud; otros medicamentos como bupropión, vareniclina o citisiniclina (también llamada citisina) necesitan receta médica y sí están incluidos en la prestación farmacéutica.

La terapia sustitutiva de la nicotina permite reducir el síndrome de abstinencia y consigue hacer desaparecer los comportamientos sensoriales placenteros asociados. Hay que evitar fumar porque puede darse una sobredosis de nicotina, dando lugar a la aparición de náuseas, aumento de la salivación, dolor abdominal, diarrea, sudoración, cefalea, mareo, hipertensión, alteraciones auditivas y alteraciones de la vista.

Vareniclina es un agonista parcial colinérgico cuya acción produce el bloqueo de la reacción placentera que el sujeto experimenta al fumar y, al mismo tiempo, alivia los síntomas de abstinencia nicotínica.

En 2008 se actualizó la información del producto (ficha técnica y prospecto) con objeto de advertir a los profesionales sanitarios y a los pacientes sobre la aparición de sintomatología depresiva en pacientes que estaban intentando dejar de fumar con vareniclina, y que esta sintomatología puede incluir ideación suicida o intento de suicidio. En julio de 2011, el Comité de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Europea de Medicamentos evaluó los datos publicados sobre reacciones cardiovasculares de vareniclina concluyendo que los beneficios que aporta el medicamento para dejar de fumar siguen compensando el ligero aumento observado de reacciones adversas cardiovasculares.

Bupropión es un fármaco antidepresivo. Se recomienda comenzar el tratamiento mientras el paciente todavía fuma y fijar una fecha para dejar de fumar, preferiblemente en la segunda semana. La duración total del tratamiento no debe superar las 9 semanas. El insomnio que aparece asociado a este medicamento se minimiza evitando la toma de la dosis antes de acostarse. Para el uso de este medicamento también deben ser evaluados previamente los pacientes con predisposición a la aparición de convulsiones.

Citisina es un alcaloide vegetal cuya estructura química es similar a la de la nicotina. Está indicada en adultos de 18 a 65 años para el tratamiento de la dependencia tabáquica y reducción de la ansiedad de la dependencia a la nicotina en fumadores que estén dispuestos a dejar de fumar. Un envase de 100 comprimidos es suficiente para un ciclo de tratamiento completo. La duración del tratamiento es de 25 días. Este medicamento permite una reducción gradual de la dependencia de la nicotina mediante el alivio de los síntomas de abstinencia. Por lo general se observaron reacciones adversas de leves a moderadas, que afectaron con mayor frecuencia al tracto gastrointestinal. La mayoría de las reacciones adversas se produjeron al principio del tratamiento y desaparecieron durante el mismo. Estos síntomas también podrían ser consecuencia de dejar de fumar, más que del uso del medicamento.

Cuando una persona decide dejar de fumar puede servir de ayuda buscar un aliado, alguien que deje de fumar al mismo tiempo. Se aconseja anunciar a la familia, amigos y compañeros de trabajo que se va a dejar de fumar y la fecha elegida para dejarlo. El apoyo emocional que pueden dar nuestros seres queridos es fundamental para perseverar en los momentos difíciles. Además, saber que otras personas están al tanto de nuestros objetivos incrementa nuestra determinación para no fallar. Por otro lado, se puede pedir ayuda para evitar situaciones en las que tengamos la tentación de fumar.

Tenemos que confiar en que el tratamiento seleccionado va a multiplicar las posibilidades de dejar de fumar. Es importante, por ejemplo, aprender a resistir y controlar el deseo de fumar, que aparece en las primeras etapas. No fumar inmediatamente en cuanto le apetezca, controlar el deseo de fumar unos momentos. Las ganas urgentes de fumar no duran más de 3 a 5 minutos. Hay muchos recursos disponibles que pueden ayudar, por ejemplo, tablas de ejercicios de relajación, actividades alternativas a fumar, recomendaciones cuando las ganas de fumar sean intensas.

Consulta a tu farmacéutico, no estás solo en esta decisión, la mejor de tu vida.

 

Inmaculada Castillo Lozano

Doctora en Farmacia

Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid

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