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Día Mundial de la Hipertensión, controla tu presión arterial

Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión, que desde el año 2013 ha mantenido vivo el mismo lema “Conozca sus cifras de presión arterial”.

La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica que afecta a más del 25-30% de la población adulta, y alcanza el 70% en mayores de 60 años. Se estima que en el mundo hay 1.130 millones de personas con hipertensión. La hipertensión es una de las causas principales de muerte prematura en el mundo. Es un trastorno grave que aumenta de manera significativa el riesgo de sufrir cardiopatías, encefalopatías, nefropatías y otras enfermedades.

Se denomina  presión arterial (PA) a la fuerza que ejerce la sangre circulante contra las paredes de las arterias. Esta fuerza se origina con el latido cardiaco que lanza la sangre desde el corazón y la distribuye por las arterias. Las cifras óptimas de PA están en 120 mmHg (máxima o sistólica, que es la presión que ejerce la sangre sobre los vasos cuando el corazón se contrae o late) y 80 mmHg (mínima o diastólica,  que es la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro). La PA puede variar según la hora del día. Por lo general, es más alta cuando la persona se despierta, después de realizar ejercicio físico o en situaciones de estrés. Cuando la presión arterial es demasiado elevada, hablamos de hipertensión arterial. Se considera que existe HTA cuando la presión arterial sistólica es mayor o igual a 140 mmHg o cuando la presión arterial diastólica es igual o mayor de 90 mmHg.

Existen diferentes factores de riesgo que pueden hacer que se desarrolle dicha patología. Podemos clasificarlos en dos grandes grupos:

  1. Factores de riesgo modificables.
  • Dietas no adecuadas: elevada ingesta de sal, dietas ricas en grasas saturadas, dietas pobres en frutas y verduras…
  • Sedentarismo, falta de actividad física
  • Tabaquismo
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Sobrepeso y obesidad
  • Altos niveles de estrés
  1. Factores de riesgo no modificables.
  • Antecedentes genéticos de HTA
  • Edad: superior a 55 años en el hombre y a 65 en la mujer.
  • Sexo: el riesgo cardiovascular en hombres es mayor.
  • Cambios hormonales: la llegada de la menstruación puede aumentar la presión arterial.
  • Presencia de otras patologías, como diabetes, nefropatías…

La gran mayoría de los pacientes hipertensos ignoran que lo son, por ello es muy importante realizar medidas más o menos periódicas para conocer nuestra tensión “habitual”, ya que esta enfermedad no suele ir acompañada de síntomas o signos de alarma que nos puedan alertar. Solo cuando los pacientes tienen la tensión arterial muy elevada pueden notar síntomas como dolor de cabeza, calor corporal, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular y, en casos más extremos, fatiga, confusión, ansiedad… La hipertensión mantenida en el tiempo dará lugar a diferentes síntomas según el órgano afectado y el grado de afectación.

Para que la medición de nuestra tensión arterial sea fiable debe realizarse en unas determinadas condiciones: sentados, con la espalda bien apoyada en el respaldo de la silla, las piernas deben estar tocando el suelo, no cruzadas, y la mano del brazo donde vamos a realizar la medida relajada, sin apretar y en posición de descanso, más o menos a la altura del corazón. Debemos estar tranquilos y no tener prisa, haremos la medición tras un periodo de reposo de aproximadamente 10 minutos, sin haber fumado 30 minutos antes y sin haber consumido bebidas estimulantes (café o alcohol). Se recomienda medir tres veces y hacer la media. Una medida aislada de HTA no es concluyente para diagnosticar HTA.

Los pilares fundamentales en el tratamiento de la HTA son los cambios en el estilo de vida, dieta y ejercicio físico, y el tratamiento farmacológico. Numerosos estudios han demostrado la eficacia del tratamiento, tanto farmacológico como no farmacológico, en la reducción de la morbimortalidad cardiovascular.

La oficina de farmacia es una pieza fundamental para mejorar la detección y el seguimiento de los pacientes con HTA. La detección de individuos hipertensos, la educación y el consejo sobre hábitos de vida saludables, así como la información acerca de los riesgos asociados a una hipertensión arterial no controlada, evitarán consecuencias más graves. Por otro lado, el seguimiento a largo plazo de nuestros pacientes garantiza el adecuado uso de su medicación y, por tanto, el cumplimiento del tratamiento prescrito.

 

Texto:

Rebeca González Ginés, farmacéutica del Servicio de Información Técnica del COFM.

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