Día Mundial del Donante de Médula Ósea
En el Día Mundial del Donante de Médula Ósea queremos agradecer a todos los que ya son donantes su acción desinteresada, así como concienciar a los que, de momento, no lo son.
Enfermedades como la leucemia o algunos linfomas pueden, en muchos casos, ser curadas solo gracias al trasplante de médula ósea. Los hermanos son los mejores donantes, pero la estadística nos dice que tres de cada cuatro pacientes no tendrán un pariente compatible, de ahí la importancia de los donantes.
Antes de continuar, es conveniente distinguir los términos de médula ósea y médula espinal, que mucha gente confunde. La médula ósea se encuentra dentro de algunos huesos, está llena de células madre y es donde se genera la sangre. Mientras que la médula espinal está dentro de la columna vertebral y su función es transmitir el impulso nervioso.
Una persona que quiera ser donante solo tiene que cumplir unos requisitos y adquirir el compromiso de estar disponible para cuando un paciente lo necesite en cualquier lugar.
Entre los requisitos están:
- Pesar más de 50 kilos.
- Tener entre 18 y 40 años.
- No tener enfermedades hepáticas, infectocontagiosas, cardiacas ni neoplásicas.
- No haber residido en el Reino Unido entre 1980 y 1996 para evitar la transmisión de la enfermedad de Creutzfeld Jacob, también conocida como “el mal de las vacas locas”.
El primer paso a seguir es registrarse en el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO). De ahí, se concertará una cita para tomar una muestra de sangre que utilizarán para ver el grupo sanguíneo y la compatibilidad HLA (antígenos leucocitarios humanos) con la de los pacientes que están a la espera de encontrar un donante.
Este dato quedará registrado en REDMO. La probabilidad de que se produzca una donación es muy baja, de ahí la importancia que el número de donantes sea cuantos más mejor para que haya más posibilidades de compatibilidad con los pacientes.
La dificultad de que dos personas sean compatibles se debe a que nuestro sistema inmune ataca lo que considera extraño. Solamente cuando el HLA sea igual en ambos individuos no lo rechazará y, gracias al trasplante, podrá hacer desaparecer las células enfermas del paciente.
Ser donante es un compromiso a la larga, ya que una vez inscrito, puede que no te llamen nunca o te llamen en cualquier momento para donar a un paciente en cualquier lugar del mundo.
Cuando se recibe dicha llamada se repiten las pruebas de compatibilidad, se revisa el estado del paciente en ese momento y, si todo es correcto, se procederá a la donación.
La donación de medula ósea es un acto altruista, por lo que solo se cubrirían los gastos relacionados con la donación. Asimismo, es anónima para no generar repercusiones innecesarias entre las personas involucradas.
El proceso se puede llevar a cabo de dos maneras: a través de la sangre periférica o por punción en la cadera. La mayoría de las donaciones se realizan a través de una vena de forma similar a la donación de sangre, de esta forma solo se extraen las células madre circulantes en la sangre.
La otra alternativa consiste en realizar una punción en el hueso de la cadera (crestas ilíacas) para extraer la medula ósea. Que se lleve a cabo de una manera u otra es a criterio médico en función del donante y del receptor.
La donación no conlleva grandes efectos secundarios y los riesgos son mínimos.
Si quieres ampliar la información, no dudes en consultar la página de la Comunidad de Madrid
Isabel López Quiroga
Farmacéutica del Servicio Técnico del COFM
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