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Día Mundial del Cáncer de Piel

El mes de junio se conoce como el mes de la piel, durante este mes se celebran distintas campañas de concienciación y prevención del cáncer de piel y desde la farmacia podemos animar a nuestros pacientes a participar en ellas para hacerse un chequeo.

Además, el farmacéutico, de forma directa, por su cercanía, puede informar sobre las medidas de protección más adecuadas y hábitos para que el paciente aprenda a disfrutar del sol y obtener sus beneficios sin que sea un riesgo.

En España el cáncer de piel representa más de un tercio del total de los casos diagnosticados y el principal factor de riesgo se debe a la exposición a la radiación ultravioleta (UV) tanto del sol directamente y también de cabinas de bronceado.

El cáncer de piel se produce por el crecimiento descontrolado de células anómalas de la piel y factores como la radiación UV, que provoca daño en el ADN de las células.

Existen distintos tipos en función de la célula a la que afecta:

No melanoma

Es el cáncer más frecuente

  • Carcinoma basocelular: de lento crecimiento, suele localizarse en cabeza y cuello y en áreas no expuestas al sol, tiene una malignidad limitada y metástasis excepcionales, pero es invasivo y destruye a nivel local.

No se encuentra en palmas de las manos, ni plantas de los pies ni en mucosas.

Otros factores de riesgo son la edad, personas con piel y ojos claros y la exposición solar sin protección.

  • Carcinoma espinocelular o epidermoide: de crecimiento más rápido, puede afectar a palmas de las manos, plantas de los pies, labios y mucosas.
    Nace de lesiones precancerosas preexistentes.

Es más maligno que el basocelular y presenta entre un 2 al 5% de metástasis.

Factores de riesgo: se da en personas de edad avanzada que tengan zonas fotoexpuestas con daño solar previo, en la mayoría de los casos.

Personas con fototipo I: piel clara, ojos claros y cabello rubio o pelirrojo.

Si además coinciden varios de estos factores como la edad, fototipo l, personas de piel clara, ojos claros, con pecas y pelo rubio o pelirrojo, además personas fumadoras, pacientes inmunodeprimidos, exposición solar sin fotoprotector, se aumenta el riesgo de contraer esta enfermedad.

Desde la farmacia podemos indicar a nuestros pacientes qué signos deben vigilar en su piel y cómo cuidarla. En caso de aparecer lesiones nuevas o notar si las lesiones crecen más rápidamente o si aparecen heridas o costras que no curan, debemos remitirles a su dermatólogo para que efectúe una valoración lo más rápido posible.

Melanoma

Este tumor maligno se origina en los melanocitos, que son las células de la piel donde nuestro cuerpo produce la melatonina. Ésta nos protege frente a la radiación ultra-violeta, apareciendo el bronceado.

Es el cáncer menos frecuente, aunque es el que más muertes causa y se relaciona con lesiones pigmentadas y lunares.

Tiene una gran capacidad metastatizante, aunque la masa tumoral sea muy pequeña, por lo que es vital un diagnóstico precoz.

Desde la farmacia podemos enseñar a nuestros pacientes el sistema de autoexploración de la regla ABCDE reconocido internacionalmente y aconsejar que se haga periódicamente.

Este sistema se basa en la observación de lunares para la detección de posibles melanomas y es fácil de recordar:

A. Asimetría
B. Bordes irregulares
C. Colores no homogéneo
D. Diámetro superior a 6mm
E. Evolución, consulta a tu dermatólogo si observas cambios en un lunar

Cualquier persona puede contraer cáncer de piel, pero existen unos determinados factores que aumentan el riesgo, entre otros el principal es la exposición prolongada a la radiación UV.

Otros factores de riesgo son la edad y quemaduras solares en la infancia. Debemos recordar la incidencia acumulativa de este tipo de radiación en nuestra piel y los antecedentes familiares de melanoma, entre otros.

Qué podemos enseñar a nuestros pacientes desde la farmacia en la prevención del cáncer de piel.

La exposición al sol interviene en la regulación del ciclo circadiano y en procesos importantes de regulación de diferentes hormonas.

La luz solar aumenta nuestros niveles de serotonina. Además, a través de la retina, la luz solar regula el estado de ánimo, nuestros niveles de estrés, nuestra calidad del sueño e incluso nuestra capacidad de aprendizaje y capacidades cognitivas en general y combate la depresión.

La exposición a la luz solar también es una etapa del proceso de formación y activación de la vitamina D en el cuerpo. Esta vitamina, considerada una hormona por su estructura esteroide, tiene múltiples funciones e interviene en el metabolismo del calcio y fósforo en los huesos. Es esencial para tener un buen sistema inmune, en la prevención de muchos tipos de cáncer, reducción de la hipertensión e infertilidad.

En definitiva, el sol nos proporciona muchos beneficios, sin embargo, la incidencia del cáncer de piel no deja de aumentar, por lo que algo no hacemos bien.

Desde la farmacia podemos ayudar y enseñar a nuestros pacientes a tener una mejor relación con el sol y prevenir el cáncer de piel.

Tu farmacéutico te aconseja:

  1. Trasladar a los pacientes la importancia de hacerse chequeos periódicos, ya que es clave para un diagnóstico precoz.

Informar y enseñar a nuestros pacientes métodos eficaces de la autoexploración y observación de lesiones y lunares en la piel. Frente a cualquier duda, es vital remitir al dermatólogo es vital.

  1. Es saludable pasear al aire libre y tomar el sol durante unos 15 minutos al día, pero es fundamental en la prevención evitar la exposición prologada al sol entre las 11.00h y las 17:00h. Tampoco es aconsejable realizar deporte en esta franja de más calor.
  2. Utilizar fotoprotector durante todo el año y no solo los meses de verano o cuando vamos a la playa.

Siempre mejor alta protección y aplicar la cantidad adecuada. Si los pacientes nos indican que se queman al sol es posible que:

  • No se utilice protector.
  • Se use un factor bajo para su tipo de piel.
  • Se aplique poca cantidad.
  • No se use de la forma adecuada.

Es muy importante indicar que se debe aplicar al menos media hora antes de la exposición al sol y recordar que se debe renovar cada 2 o 3 horas.

No utilizar los fotoprotectores de años anteriores, ya que pueden haber perdido su efectividad.

  1. Además, informar sobre falsas creencias de que no nos quemamos si hay nubes o en el agua.
  2. No utilizar remedios caseros en caso de quemadura, que no van a ser eficaces e incluso pueden ser nocivos. Es mejor seguir las indicaciones del médico o farmacéutico, ya que existen en el mercado productos mejor preparados y testados para calmar e hidratar la piel con mayor eficacia. Y aconsejar beber agua.
  3. No abusar de las cabinas de bronceado. El bronceado no en todas las personas tiene el mismo efecto. En exposiciones excesivas se acelera el envejecimiento, la aparición de manchas y arrugas y un mayor riesgo de cáncer de piel.
  4. Informar al paciente que toma medicamentos fotosensibles como omeprazol, ibuprofeno, estatinas, antidepresivos, anticonceptivos entre otros.
  5. También debemos aconsejar barreras de protección físicas como gorros, gafas, sombrillas…
  6. Los niños menores de un año no deben exponerse al sol.
  7. PROTEGE Y CUIDA TU PIEL, DÉJATE ACONSEJAR POR TU FARMACIA DE CONFIANZA

 

Rosario Sánchez Monsálvez

Farmacéutica del Servicio de Información Técnica del COFM

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