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Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria

Cada 30 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), que se identifica bajo el símbolo de un lazo, una cinta o una pulsera de color azul claro.

Son trastornos mentales que generan un comportamiento patológico frente a la ingesta de alimentos y una obsesión por el control del peso, que termina por provocar daños en la salud física y en el comportamiento psicológico y social del individuo.

 

Aunque pueden presentarse a cualquier edad, los últimos estudios realizados en España muestran una tasa de prevalencia de TCA en la población adolescente del 4,1-4,5% entre los 12 y los 21 años, esto es debido a que, durante la adolescencia, la personalidad, la autoestima y el rol social están en pleno desarrollo.

Entre los TCA más frecuentes se encuentran la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, atracones de comida, vigorexia (obsesión por tener un cuerpo musculoso) y la ortorexia (obsesión patológica por la comida biológicamente pura).

Aunque se desconoce la causa exacta de los trastornos alimenticios, se cree que se producen por la asociación de varios factores, incluyendo factores genéticos, biológicos, conductuales, psicológicos y sociales. Es más frecuente en personas perfeccionistas, con baja autoestima y con dificultad para gestionar las emociones.

Factores de riesgo

Individuales

  • Predisposición genética
  • Rasgos psicológicos: autoexigencia, perfeccionismo obsesivo, dificultad para gestionar las emociones…
  • Baja autoestima
  • Imagen corporal negativa
  • Adolescencia
  • Sexo femenino: de cada 10 casos, 9 son mujeres

Familiares

  • Ambiente familiar desestructurado y/o sobreprotector
  • Experiencias vitales negativas o estresantes

Sociales

  • Modelo de belleza que ensalza una delgadez excesiva
  • Presión social respecto a la imagen
  • Ciertos deportes o profesiones
  • Críticas y burlas relacionadas con el físico

Las personas con anorexia nerviosa restringen severamente la ingesta de alimentos y comen cantidades muy pequeñas de solo algunos de ellos; tienen una imagen distorsionada de su propio cuerpo, pueden verse con sobrepeso, aunque estén peligrosamente delgadas.

Signos y síntomas de anorexia

– Los enfermos dejan de comer y pierden peso

– Alteraciones físicas debido a una malnutrición grave: alteraciones hormonales incluso pérdida de la menstruación, disminución de la densidad ósea, problemas cardiacos, estreñimiento, caída de cabello, etc.

– Alteraciones psicopatológicas: depresión, apatía, ansiedad, aislamiento social

 

Por el contrario, las personas bulímicas tienen periodos de atracones, pero luego se purgan provocándose el vómito o usando laxantes, pudiendo tener poco peso, peso normal o sobrepeso.

Signos y síntomas de bulimia

– Episodios repetidos de ingesta exagerada de alimentos seguidos de vómito inducido

– Pérdida de control durante el atracón

– Aumenta el riesgo de sufrir irritación en el esófago

– Glándulas salivares inflamadas en el área del cuello y la mandíbula

– Daño en el esmalte dental

– Deshidratación severas por la purga

– Consumo de laxantes y diuréticos

En el caso de las personas que sufren trastorno por atracón, comen sin control, incluso después de estar llenas, presentando después sentimientos de culpa, vergüenza y angustia; esta conducta puede causar aumento de peso y obesidad.

Signos y síntomas de los atracones de comida

– Ingerir rápidamente grandes cantidades de alimentos en un corto período de tiempo

– Seguir comiendo, aunque se esté lleno o no se tenga hambre

– Sentirse avergonzado o culpable por su alimentación

– Hacer dieta con frecuencia, posiblemente sin pérdida de peso

En cuanto al tratamiento, suele ser largo, incluso durante años y en los que se sufren recaídas. Se realiza una terapia conjunta llevada a cabo por un equipo multidisciplinar compuesto por médicos, endocrinos, psicólogos, psiquiatras, etc. Algunos medicamentos, como los antidepresivos o antipsicóticos, pueden ayudar a tratar los síntomas de depresión y ansiedad que surgen asociados a algunos de estos trastornos alimentarios.

Es esencial la detección precoz de la enfermedad y la prevención. Además del restablecimiento físico instaurando hábitos saludables, como una dieta equilibrada y la realización de ejercicio físico de forma periódica, la prevención de estos trastornos tiene como objetivo el desarrollo de la autoestima, fomentar el dialogo, proporcionar herramientas para gestionar las emociones y promover un cambio en la escala de valores instaurada actualmente en nuestra sociedad, donde prima la apariencia física frente a otras cualidades de la persona.

 

Texto: Isabel Rodríguez Tejonero

Doctora en Farmacia. Servicio de Información Técnica del COFM

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