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Consejo farmacéutico sobre la alopecia

Se usa el término alopecia para designar una pérdida anormal del cabello, más de 120 cabellos al día, se produce una disminución en la cantidad de cabello, se vuelve más fino y débil aumentando su caída. Más allá de ser una cuestión estética es considerada enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Puede causar una importante afectación estética lo que afecta a la autoestima y calidad de vida de la persona afectada.

Se contemplan diversas causas que pueden desencadenar la enfermedad:

Factores genéticos: Predisposición genética, edad, sexo, raza. Durante la vejez, la tasa de crecimiento del cabello disminuye, los folículos no permiten el crecimiento de cabello tan rápido como antes, además hay una menor producción de colágeno.

Factores hormonales:  Los cambios hormonales asociados a diversas etapas de la vida, como el embarazo y la menopausia o la fluctuación de los niveles de hormonas tiroideas, también pueden provocar la caída temporal del cabello. El aumento de la testosterona, andrógeno que estimula la actividad de la 5‐alfa‐reductasa a nivel del folículo piloso, esta enzima es la responsable de la transformación de la testosterona en dihidrotestosterona, que estimula la secreción sebácea, alterando el ciclo del cabello e impidiendo la entrada de nutrientes al cabello.

Déficits nutricionales: En algunas situaciones, la pérdida repentina de peso o carencias nutricionales, por ejemplo, de hierro, el niacina, los ácidos grasos, el selenio y el zinc pueden favorecer la caída del cabello.

El estrés: Los efectos fisiológicos del estrés afectan a la salud de todo el cuerpo, incluido el pelo, la caída del cabello se genera a través de varios mecanismos, uno de los cuales es el entorno proinflamatorio que es favorecido por el estrés.

Disminución de la actividad de los fibroblastos: Son las principales células del tejido conjuntivo, esto conlleva una incorrecta síntesis de colágeno y elastina, así el folículo piloso se encuentra esclerosado y rígido, disminuyendo su tamaño.

La alteración de la microcirculaciónque irriga el bulbo piloso, disminuye el aporte de micronutrientes esenciales para el crecimiento del cabello.

Medicamentos: La alopecia inducida por medicamentos es consecuencia del efecto tóxico de éstos en la matriz del folículo piloso. Los más conocidos son los empleados en el tratamiento del cáncer, otros medicamentos perjudiciales a este nivel pueden ser inhibidores de la ECA, anticoagulantes, antimicóticos, antiparkinsonianos, anticomiciales, anticonceptivos orales, antihistamínicos H2, retinoides, entre otros.

 

Hay distintas formas de clasificar los tipos de alopecia, en función de si es reversible o no, puede dividirse en:

Alopeciasicatriciales: Son irreversibles y suelen producirlas diversas enfermedades del cuero cabelludo. (infecciosas o tumorales), agentes fisicoquímicos (traumatismos mecánicos o quemaduras), dermatosis.

Alopecias no cicatriciales: La alteración del folículo piloso es reversible y la piel que lo circunda no sufre inflamación. Son las más frecuentes:

Alopecia androgénica (calvicie común): Es la más frecuente, la padecen en torno al 50% de los varones y al 10% de las mujeres, sobre todo a partir de los 40 años. El origen es principalmente genético, aunque también puede ser hormonal, en este caso, las hormonas masculinas o andrógenos actúan sobre los folículos pilosos predispuestos genéticamente a la afección, provocando de forma progresiva una atrofia de estos hasta la desaparición completa del cabello. Esta forma de calvicie suele producirse gradualmente a medida que la persona envejece, siguiendo a menudo patrones específicos como el retroceso de la línea de nacimiento del cabello en los hombres y el adelgazamiento del cabello en zonas específicas o en todo el cuero cabelludo en las mujeres.

Alopecia areata: Es una de las caídas del cabello más grave, el sistema inmunitario ataca los folículos pilosos, ataca las estructuras de la piel que forman el pelo. Podría volver a crecer el cabello, aunque pueden volver a aparecer estos parches si hay una recaída. Suele estar relacionada a enfermedades autoinmunes como la celiaquía, la diabetes o la artritis. Aparecen placas redondeadas u ovaladas de tamaño variable, tanto en el cuero cabelludo como en la zona de la barba.

Alopecia difusa o efluvio telógeno: Puede estar provocada por factores hormonales, estrés, post-Covid, etc. Desaparece el pelo en una determinada porción del cuero cabelludo.

Alopecia traumática: Es debida a traumatismos físicos como un mecanismo repetido de tracción (por algunos peinados) de presión (como el roce de la almohada en el cuero cabelludo del bebé) o una tricotilomanía (arrancamiento manual del pelo de forma compulsiva).

Alopecia frontal o fibrosante: Afecta a mayor número de mujeres que de hombres. Puede estar relacionada con la menopausia, afectando principalmente, a la zona del inicio frontal del cabello, en forma de diadema.

Para establecer el tratamiento más adecuado, el dermatólogo deberá diagnosticar correctamente el tipo de alopecia. Hay medicamentos efectivos como el minoxidil o la finasterida, además, tenemos disponibles complementos alimenticios, beneficiosos en el caso de alopecias provocadas por déficits nutricionales, y productos de fitoterapia como Serenoa repens, Curcuma aeruginosa o Panax ginseng, que actúan inhibiendo la 5-α-reductasa. Podemos emplear mesoterapia capilar, técnica rápida y de fácil aplicación con la que se consigue bioestimular y nutrir el cabello. El plasma rico en plaquetas regenera los tejidos, por lo que conseguimos retrasar el deterioro de las unidades foliculares causado por el envejecimiento. También se puede usar el láser de baja frecuencia, que estimula la circulación capilar, con lo que se promueve el crecimiento del cabello e incluso se puede recurrir al trasplante capilar.

 

Recomendaciones del farmacéutico

  • Informar al paciente de la caía fisiológica del cabello, trasmitir tranquilidad ya que en el ciclo es normal perder cierta cantidad de pelo al día. Cada pelo crece de forma independiente en un folículo piloso, y cada uno de estos folículos pilosos va a tener su propio ciclo de vida que se divide en tres fases: de crecimiento o anágena, de transición o catágena y de caída del cabello o telógena.
  • Cuidar la alimentación, seguir una dieta variada y equilibrada para aportar al cabello los nutrientes que necesita y evitar su debilitamiento y caída. Dieta saludable que incluya vitaminas como la biotina, vitaminas A, C D y E, aminoácidos azufrados como la cistina y taurina, minerales como hierro y zinc y ácidos grasos omega 3. Puede ser necesaria la administración de suplementos vitamínicos y minerales si es una alopecia provocada por déficit de determinados elementos nutritivos.
  • Aprender y practicar técnicas de manejo del estrés, practicar nuevas maneras de relajarse, como respiraciones profundas, meditación y escuchar música.
  • Controlar los problemas de tiroides y otras patologías que pueden provocar la caída de pelo.
  • Tener hábitos de vida saludable, hacer ejercicio de forma habitual, además de ayudar a reducir los niveles de ansiedad y estrés que pueden provocar la pérdida de cabello, hacer deporte motiva el flujo sanguíneo, haciendo que llegue mejor al cuero cabelludo. Dormir suficiente, evitar fumar y beber alcohol en exceso. El tabaco reseca la piel y debilita el pelo
  • Evitar usar cosméticos de mala calidad que puedan desequilibrar la capa grasa del cuero cabelludo.
  • Desenredar el cabello antes de lavarlo, el pelo húmedo es más débil. Puede ser beneficioso cepillar el pelo, ya que el masaje realizado con las púas del cepillo estimulará la circulación sanguínea a ese nivel, evitar el uso de cepillos con cerdas de extremos ásperos o de peines con púas demasiado finas.
  • Lavar el cabello con frecuencia, según las necesidades de cada persona, utilizando champú de calidad, suave, que limpie el cuero cabelludo sin dañar la fibra capilar, específicos para la higiene diaria del cabello o de tratamiento en el caso de caída del cabello, seborrea, caspa. Es importante lavar el cabello de forma delicada, repartir el champú suavemente y frotar con las palmas de las manos durante 3 o 4 minutos, luego masajear las puntas. Es recomendable ir mojando el cabello para que se forme espuma, esto hace que el frotamiento no sea tan agresivo. Es preferible utilizar agua fría para aclarar el cabello.
  • Mejor secar el cabello de forma natural, solo con la toalla, si se usa secador, mejor a baja temperatura, sin localizarlo en un punto y a una distancia prudencial. Evitar el secado a altas temperaturas y el uso continuado de planchas de pelo ya que pueden lesionar el cabello.
  • Evitar peinados que supongan tensión para el cabello, como coletas tirantes o trenzas muy finas.
  • Evitar el uso de tintes agresivos y de permanentes, los más recomendados son los tintes sin amoniaco,
  • En la oficina de farmacia podemos encontrar una gran variedad de productos específicos para cuidar el cabello: champús, mascarillas, acondicionadores, tintes, lociones para proteger fortalecer el pelo, complejos vitamínicos, etc.

El farmacéutico valorará la posibilidad de que la alopecia sea debida a un efecto adverso de la medicación habitual del paciente para descartar la posible alopecia debida a efectos adversos provocados por la misma.  Se aconsejará valoración por parte del dermatólogo, sobre todo en el caso de que se sospeche reacción adversa a un medicamento o tricotilomanía, cuando se acompaña de otras patologías, ante signos de hiperandrogenismo en mujeres, pérdida de peso o desnutrición.

 

M.ª Isabel Rodríguez Tejonero.

Doctora en Farmacia.

Información Técnica del COFM.

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