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Cómo ayudar a los enfermos mentales desde la farmacia

La celebración del Día Mundial de la Salud Mental, el próximo 10 de octubre, ha de servirnos a los farmacéuticos de motivación para adentrarnos en el complicado mundo de los trastornos mentales, afectivos y psicóticos y a preguntarnos si, desde nuestro ejercicio profesional, podemos aportar un valor añadido a la calidad de vida de los pacientes que sufren estos trastornos.

Los datos de la OMS y de diferentes encuestas, barómetros y estudios científicos son preocupantes.  Por ejemplo, la depresión es una de las principales causas de morbilidad (4,3% del total mundial) y según las predicciones para el 2030 será la principal causa en el mundo. El trastorno bipolar y la esquizofrenia también suponen una carga elevada de morbilidad. Estos trastornos, no solo por su elevada prevalencia, sino porque también reducen la esperanza de vida, producen discapacidades, van asociados a cambios significativos en la vida diaria de los pacientes y tienen un elevado coste sanitario, representan un importante problema de salud pública.

A estos datos hay que añadir que algunos de estos trastornos, como por ejemplo la depresión o la ansiedad, se encuentran infradiagnosticados o se produce un retraso importante en el diagnóstico y, además, los pacientes tampoco cumplen con el tratamiento prescrito por sus médicos. Esta falta de adherencia terapéutica supone un gran problema que pone en riesgo la eficacia del tratamiento y tiene como consecuencia una peor evolución de la enfermedad, riesgos de recaídas, aparición de reacciones adversas y reducción de la calidad de vida.

Por otro lado, los pacientes con trastornos mentales no solo padecen su enfermedad, sino que también son diana de prejuicios de la sociedad que todavía mantiene ciertos mitos y leyendas sobre estas patologías que los hace más vulnerables, e incluso ellos mismos llegan a aceptar esos prejuicios.

Los farmacéuticos, desde el lugar privilegiado que tenemos en el sistema sanitario, podemos establecer una vinculación con el paciente que nos permita desarrollar nuestra labor asistencial, pero a menudo nos surgen muchas dudas e incertidumbres sobre cómo tratar a estos pacientes o si admitirán o se sentirán incómodos con los consejos y recomendaciones aportadas.

Sin duda, nos enfrentamos a situaciones complejas y problemáticas como son la detección de forma precoz de los signos y síntomas de estos trastornos, la identificación de las recaídas, el seguimiento de la adherencia, eficacia y seguridad de los tratamientos o la desestigmatización de la enfermedad. Sin embargo, estas situaciones se pueden resolver eficientemente con una formación actualizada, adquiriendo los conocimientos científicos, actitudes y formas de comunicación adecuadas y así contribuir, en definitiva, a mejorar la calidad de la salud mental de estos pacientes.

Con esta finalidad, los Colegios de Farmacéuticos de Madrid y Barcelona, a través de su plataforma Ágora, con el patrocinio del Laboratorio Qualigen, han elaborado un curso Pacientes con trastornos afectivos y psicóticos: guía de actuación para la oficina de farmacia, que profundizará en estos aspectos y facilitará así nuestra labor farmacéutica en la gestión y abordaje de los pacientes con estos trastornos.

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