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Celulitis: consejos desde la farmacia para tratarla durante todo el año

La celulitis es un trastorno que afecta a entre un 85-95% de las mujeres a lo largo de la vida y que se manifiesta por la formación de nódulos o acúmulos grasos en determinadas zonas corporales, sobre todo en las caderas, glúteos, muslos y abdomen. La piel se vuelve áspera, parece arrugada y con aspecto grumoso, es lo que comúnmente conocemos como piel de naranja.

No se considera una enfermedad, sino una alteración estética de la superficie de la piel, ya que esta grasa es mucho más visible que la que se acumula en sus capas más internas. No se debe confundir con la celulitis infecciosa, normalmente causada por bacterias y que presenta signos y síntomas totalmente diferentes.

La celulitis puede aparecer como consecuencia de factores genéticos, alteraciones hormonales, anomalías del sistema venoso y linfático o por una dieta inadecuada.

  • Factores genéticos: los antecedentes familiares juegan un papel importante en la aparición de la celulitis. Afecta casi exclusivamente a mujeres, ya que la mujer acumula la grasa de forma diferente y en zonas diferentes al hombre. Parece ser que los andrógenos (hormonas masculinas) ejercen un papel protector frente a la celulitis. También se ha observado que existen razas que presentan una mayor predisposición que otras a padecer dicha alteración, raramente se presenta en mujeres de raza negra o asiática.
  • Cambios hormonales: como la menopausia, pubertad o embarazo (la prolactina y la insulina aumentan, se asocian con un aumento de la retención de líquidos y un aumento del tejido graso, lo que favorece la aparición de celulitis).
  • Factores metabólicos: enfermedades como la diabetes, la obesidad y los trastornos hepáticos pueden favorecer la aparición de la celulitis.
  • Factores vasculares: insuficiencia circulatoria. Factores psicológicos: los trastornos afectivos, estrés, ansiedad, depresión o el nerviosismo pueden provocar alteraciones vasculares.
  • Hábitos de alimentación: una dieta con alto contenido en carbohidratos provoca un aumento de la insulina y promueve la lipogénesis (producción de grasa), provocando un aumento del tejido graso corporal y, por lo tanto, la celulitis.
  • Sedentarismo: se pude alterar el flujo sanguíneo normal causando alteraciones en la circulación sanguínea de las zonas con tendencia a la celulitis.

 

Tipos de celulitis

Según la zona afectada, su aspecto o consistencia de la piel, podemos distinguir los siguientes tipos de celulitis:

  • Dura o compacta: afecta, sobre todo, a mujeres jóvenes, también pudiendo ser delgadas. La piel es dura al tacto, firme y los nódulos son visibles sin necesidad de pellizcar con los dedos. Se encuentra principalmente en la cara externa de los muslos (cartucheras) y los glúteos, que adquieren apariencia rugosa, con hoyuelos.
  • Blanda o flácida: afecta a personas sedentarias o que hayan variado de peso bruscamente. Se localiza principalmente en los muslos, el abdomen, los brazos y los glúteos. Es un tejido esponjoso que se mueve y de consistencia flácida.
  • Edematosa: es la menos común, se localiza sobre todo en la parte inferior de las piernas, muslos y rodillas (pierna con forma de columna) y es causada por la retención de líquidos, puede llegar a ser dolorosa y necesitar tratamiento médico.

Por otra parte, según la severidad de la celulitis, se diferencian tres grados:

  • Grado I: piel lisa, sin hoyuelos o irregularidades estando de pie o tumbado, pero, al pellizcar, la piel adopta una forma de piel de naranja o con hoyuelos debido a que se fuerza a que la grasa se introduzca en la dermis.
  • Grado II: se observa la piel de naranja estando de pie, pero no al estar tumbado.
  • Grado III: se observa la piel de naranja estando tanto de pie como tumbado.

 

Tratamiento

Se puede recurrir a tratamientos mecánicos, como la presoterapia y el drenaje linfático, tratamientos quirúrgicos como la liposucción (aspiración de la grasa subcutánea mediante cánulas), o tratamientos con nuevas tecnologías como los ultrasonidos o la radiofrecuencia. Para su tratamiento cosmético, se emplean productos que contienen principios activos que actúan sobre los componentes involucrados en el desarrollo de la celulitis: la microcirculación, el drenaje linfático del tejido graso y el tejido conectivo.

Para mejorar y activar la circulación sanguínea se utilizan las metilxantinas (cafeína, teobromina, teofilina, se usan extractos vegetales que contienen agentes venotónicos y antiedematosos como el ginkgo biloba, ruscus aculeatus, centella asiática, castaño de indias. También se emplean plantas como el equisetum arvense (cola de caballo) por su alto contenido en silicio, que facilita la síntesis de colágeno, la vitamina A, también presenta un elevado poder reparador de la piel. Por otra parte, las algas solas o asociadas con otros principios activos son ampliamente utilizadas, su contenido en sales minerales, y en especial el yodo, producen una estimulación de la lipolisis. El hibiscus, la coenzima-A y el aminoácido L-carnitina potencian los efectos de las metilxantinas. Los agentes rubefacientes provocan un aumento local de la temperatura al activar la circulación periférica y, por tanto, el metabolismo local. Entre los más utilizados para tratar la celulitis se encuentran el nicotinato de metilo y tocoferilo, el salicilato de metilo, el mentol, el alcanfor y algunos aceites esenciales. En la oficina de farmacia tenemos disponibles multitudes de productos clasificados como cosméticos, nutricosméticos, plantas medicinales, complementos dietéticos para tratar esta afección.

 

Recomendaciones sobre el estilo de vida

  • Evitar el uso de prendas ajustadas (pantalones, medias, calcetines, cinturones) y los zapatos de tacón alto y finos.
  • Evitar permanecer muchas horas sentado, de pie o cruzar las piernas, ya que dificulta la circulación. Evitar la vida sedentaria, sería aconsejable practicar deporte de forma habitual, ejercicios aeróbicos como nadar, patinar, correr, montar en bicicleta, etcétera.
  • Respetar las horas de sueño.
  • No fumar. Se ha demostrado que fumar debilita la formación del colágeno, principal elemento estructural del tejido conectivo, favoreciéndose así las protrusiones grasas en la dermis.
  • Evitar baños o duchas con agua muy caliente y las saunas. Terminar la ducha con un chorro de agua fría, elevándolo de los tobillos hasta las rodillas ayuda a estimular la circulación.

 

Recomendaciones dietéticas

  • Masticar bien los alimentos y seguir horarios de comidas regulares, no comer entre horas. Evitar los cambios bruscos de peso, ya que pueden generar distensión de la piel.
  • Beber abundante agua, de 1,5 a 2 litros al día, ayudará a la eliminar toxinas. Evitar el consumo de alcohol y excitantes como el café y el té.
  • Seguir una dieta rica en fibra, frutas y verduras, rica en diferentes micronutrientes antioxidantes, como los polifenoles, vitamina C, vitamina E, que van a prevenir la degradación de colágeno; consumir alimentos ricos en yodo, para regular el metabolismo y alimentos depurativos (espárragos, cebolla, piña). No deben faltar las proteínas, por su efecto saciante y para no perder musculatura.
  • Disminuir el consumo de grasas y de hidratos de carbono, favoreciendo aquellos de baja carga glucémica y de liberación lenta. Moderar la ingesta de conservas, alimentos precocinados, embutidos y evitar también el exceso de sal, ya que favorece la retención de líquidos.
  • Evitar el estreñimiento, ya que nos provoca una dificultad en el retorno venoso y, como consecuencia de este, un empeoramiento de la celulitis.
  • En caso de sobrepeso u obesidad, el endocrino puede aconsejar una dieta específica para adelgazar.

 

Uso de cosméticos anticelulíticos

La aplicación tópica de preparados anticelulíticos debe formar parte de la rutina cotidiana, la constancia es un elemento clave a la hora de combatir la celulitis. La eficacia de los cosméticos anticelulíticos estará condicionada al estado evolutivo de la celulitis, respondiendo mejor en la fase inicial. Se recomienda una exfoliación suave una o dos veces por semana mediante el uso de geles exfoliantes o un guante de crin para eliminar las células muertas, facilitándose así la absorción de los ingredientes activos. El momento más adecuado para realizar la aplicación de las formulaciones anticelulíticas es tras la ducha diaria, además e estar la piel perfectamente limpia, los poros están dilatados y más receptivos para absorber los principios activos de forma más rápida y efectiva. Conviene aplicar el cosmético masajeando con movimientos circulares en sentido ascendente, desde el tobillo hacia la cintura para activar la microcirculación y reducir el edema.

Se recomienda usar anticelulíticos que se puedan extender fácilmente y de absorción rápida. De forma general, los geles y sérums se prefieren en verano o si se requiere una rápida absorción del producto, mientras que las cremas son ideales para pieles más secas o para aplicar por la noche con un masaje prolongado. Los anticelulíticos se deben aplicar durante todo el año, lo mínimo que se aconseja es usarlos 3 o 4 meses seguidos, aunque los resultados suelen ser visibles a partir de las dos semanas.

 

M.ª Isabel Rodríguez Tejonero.

Farmacéutica. Servicio de Información Técnico-Profesional del COFM

 

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