Una buena letra para la música de los servicios
Faltaba poner letra de una vez por todas a la música que venimos escuchando sobre los nuevos servicios farmacéuticos. Y se ha puesto. Los farmacéuticos madrileños ya disponen de un Convenio firmado con la Consejería de Sanidad, que fija las pautas para desarrollar nuevas prestaciones profesionales que van más allá del tradicional rol del farmacéutico como dispensador de medicamentos.
El nuevo Convenio suscrito con la Consejería establece las condiciones para que las farmacias que lo deseen participen de forma activa en los programas de prevención, protección y promoción de la salud que lance la Consejería, ya se trate de campañas de información o de vacunación, programas de salud ambiental, seguridad alimentaria, seguimiento de pacientes crónicos, como diabéticos, asmáticos, hipertensos, o programas de detección precoz o adherencia a los tratamientos.
Todos estos servicios y más que se diseñarán en el futuro tienen cabida en el nuevo marco de desarrollo profesional, que ha sido destacado en el pasado Congreso de Infarma por los responsables políticos del Gobierno regional y también por los máximos portavoces profesionales del sector farmacéutico como una herramienta fundamental para avanzar en un nuevo modelo de farmacia.
Pensamos que el Convenio es una oportunidad profesional que va a merecer la pena para el colectivo de farmacéuticos porque abre el camino de aportar más valor a la salud de los ciudadanos. Todas las farmacias implicadas y comprometidas en los nuevo servicios recibirán una certificación oficial de “establecimiento sanitario colaborador” para cada uno de los programas de salud que se desarrollen en el futuro. Será un sello de calidad que servirá para diferenciarse y fidelizar a los ciudadanos.
Al consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, hay que agradecerle que haya sabido valorar la importancia que tiene integrar a las casi 3.000 oficinas de farmacia abiertas en la región en este reto que para los farmacéuticos supone potenciar su vertiente más asistencial para convertirse en verdaderos agentes de salud. Eso es innovar y, por eso, hay que reconocer el mérito de ser el primer responsable autonómico en poner en marcha un nuevo marco profesional para las farmacias.
Integrar servicios y equipos de profesionales orientados hacia resultados finales es también más eficiente que trabajar cada uno por su cuenta como sucede en la actualidad. No podemos seguir instalados en inercias del pasado. Es el momento de hacer y avanzar, porque no hay ninguna duda de que promover comportamientos preventivos y de autocuidado es mucho más efectivo y rentable para todos.
El COFM lo ha hecho con este Convenio y ahora es el turno de cada farmacéutico de sumarse a esta propuesta y la ocasión de la Administración de reconocer y recompensar en su justa medida los resultados obtenidos gracias a la implicación de la farmacia en el seguimiento y evaluación de los tratamientos. Los ciudadanos serán los máximos beneficiados.
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