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BOTIQUÍN DE INVIERNO

Llega el invierno y con él las bajas temperaturas y, en consecuencia, la gripe, los resfriados y la sequedad cutánea. Así que tenemos que estar preparados para combatirlos. Para ello, nada mejor que un buen botiquín, donde además de los componentes básicos, como el material de cura, antisépticos tópicos y tijeras, deberíamos incluir medicamentos útiles para las patologías que nos acompañan en esta estación.

Los síntomas más habituales de estas afecciones invernales son la fiebre, la tos, la mucosidad, la congestión nasal, los estornudos, la rinorrea o secreción nasal, el lagrimeo, la irritación de garganta, el dolor de cabeza, el dolor muscular, las grietas en piel y labios y el malestar general. Por tanto, los protagonistas principales de nuestro botiquín de invierno deben ser, sin duda, los antigripales, pero también son importantes los antihistamínicos, para combatir la congestión, la rinorrea y el lagrimeo; los antitérmicos o antipiréticos, en caso de fiebre; los bucofaríngeos para el dolor de garganta, y los analgésicos y antiinflamatorios para el dolor de cabeza o muscular. Y siempre debe estar presente el termómetro para controlar la temperatura corporal.

Asimismo, son de gran utilidad el agua de mar, para la limpieza nasal y la congestión; las cremas hidratantes corporales y de manos, para la sequedad y las grietas de la piel, y los bálsamos labiales, para los labios secos y agrietados.

Un buen botiquín debe contener medicamentos que no requieren prescripción médica y con los cuales podemos combatir síntomas leves durante un tiempo corto, ya que si éstos tardan más de 7 días en desaparecer, lo correcto sería consultar al médico. Tampoco debemos olvidar que un botiquín no debería ser un almacén de restos de medicamentos, así que se debe revisar periódicamente y, tanto los medicamentos caducados como los sobrantes de tratamientos de prescripción, se deben llevar al Punto SIGRE de la oficina de farmacia para evitar un uso inadecuado de los mismos y eliminarlos de forma correcta para proteger el medio ambiente.

Por último, y como complemento de cualquier botiquín, hay que recordar que siempre podemos contar con el consejo farmacéutico para asesorarnos sobre su uso racional y mantenimiento.

 

Texto:

Carmen Orozco González, farmacéutica del Servicio de Información Técnica del COFM.

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