Ayuno intermitente: pros y contras
Una investigación publicada en Nature communications refuerza la hipótesis de que las dietas que imitan el ayuno protegerían las células normales, mientras matan las células dañadas, incluidas las cancerosas y las autoinmunes, reducen la inflamación, promueven la regeneración multisistémica y prolongan la longevidad, según un estudio llevado a cabo en ratones.
Para valorar los pros y contras de este tipo de dietas, hemos preguntado a la experta Marcela González-Gross, doctora en Farmacia, catedrática de Nutrición Deportiva y Fisiología del Ejercicio por la Universidad Politécnica de Madrid y presidenta de la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ) y del Grupo ImFINE, y el doctor Juan Mielgo Ayuso, secretario científico de la JD SEÑ, nos ofrecen algunas claves. Estas han sido sus respuestas.
¿Qué opinión profesional le merece el ayuno o la abstinencia de ciertos alimentos como método de regenerar o contrarrestar los efectos negativos de la dieta? ¿Qué beneficios destacaría?
En primer lugar, el ayuno puede ser una herramienta que ayude a restaurar un equilibrio en el cuerpo y mejorar la salud metabólica y cardiovascular. No obstante, es importante destacar que los beneficios del ayuno pueden variar dependiendo de la duración y frecuencia de este, además de otros factores individuales como la edad, género, actividad física, peso corporal, entre otros.
En segundo lugar, la abstinencia de ciertos alimentos tiene la finalidad de mejorar la salud a través de la eliminación de alimentos no tolerados por algunas personas y que les puede perjudicar la salud. Por ejemplo, una dieta sin gluten puede ser una buena opción para aquellas personas intolerantes al gluten o con enfermedad celíaca. También, una dieta libre de lactosa puede ser beneficiosa para personas intolerantes a la lactosa. Sin embargo, es importante mencionar que eliminar ciertos alimentos puede tener repercusiones negativas en la ingesta de nutrientes y en el disfrute de la alimentación, lo que puede causar estrés y ansiedad y, por lo tanto, ser contraproducente para la salud.
Una revisión publicada recientemente, en marzo de 2024, en la revista Ageing Research Reviews ha analizado los efectos del ayuno intermitente sobre la salud y la longevidad. Los resultados de investigaciones realizadas tanto en animales como en humanos indican que el ayuno mejora las funciones fisiológicas, aumenta el rendimiento y ralentiza los procesos degenerativos asociados al envejecimiento y la progresión de enfermedades, incluida la prevención de algunos tipos de cáncer, salud cerebral, neurodegeneración y función cardiometabólica.
Por último, tanto el ayuno como la abstinencia de ciertos alimentos deben ser implementados bajo la guía de un profesional de la salud. Es fundamental que se realice una evaluación individual para determinar la duración y frecuencia del ayuno, así como la elección de los alimentos a evitar, en caso de abstinencia. Además, es necesario establecer un plan alimenticio adecuado para lograr una alimentación equilibrada y garantizar la provisión de los nutrientes necesarios para el cuerpo.
En resumen, aunque el ayuno puede ser beneficioso en ciertos casos, debe ser hecho responsablemente y bajo supervisión experta, para evitar riesgos y garantizar la salud en general.
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