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Adiós a las piernas cansadas

Se la conoce popularmente como síndrome de piernas cansadas, pero su verdadera denominación es insuficiencia venosa crónica. En España, cerca de tres millones de personas sufren esta patología y, aunque la mayor parte de los afectados son mujeres, la realidad es que la padece entre un 20 y un 30 por ciento de la población adulta de ambos sexos.

Sus principales síntomas son, además de la típica hinchazón y pesadez en las piernas, el dolor y el prurito, las parestesias nocturnas –sensación de adormecimiento en las piernas–, el cansancio, el hormigueo, el picor, los calambres musculares, las agujetas y la aparición de varices. Estos síntomas se incrementan con la edad y, sobre todo, en las mujeres debido a la menstruación, el embarazo, los tratamientos hormonales sustitutivos y los anticonceptivos orales.

En cuanto al tratamiento,  existen varias posibilidades, como la terapia compresiva (aplicación de presión externa sobre determinados puntos de las piernas) y la cirugía vascular en aquellos casos en los que no hayan funcionado otras alternativas como la fitoterapia, la hidroterapia y los medicamentos orales o tópicos de prescripción médica.

Recientemente, la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN)  han publicado un documento de consenso sobre insuficiencia venosa crónica con el objetivo de establecer unas normas y recomendaciones básicas para mejorar la atención a las personas que la padecen.

Esta nueva edición se distribuirá entre los farmacéuticos con el fin de ayudarlos a interpretar sus síntomas y signos más frecuentes, especialmente, el hormigueo, la hinchazón y los calambres.  También servirá para ayudar a los profesionales de las farmacias a conocer las distintas opciones de tratamiento y saber cuándo derivar al paciente al médico de familia para un estudio más detallado.

El manual aconseja al farmacéutico que reconduzca los malos hábitos higiénicos, dietéticos, conductuales y posturales de sus pacientes –se incluyen ejercicios para mejorar la circulación venosa–, así como que dispense las prescripciones médicas con el conocimiento preciso y adecuado y asesore a cada caso sobre el uso de medicamentos que no requieren prescripción médica.

Entre otras recomendaciones, SEFAC y SEMERGEN aconseja dormir con las piernas levantadas entre 10 y 20 centímetros, evitar poner las extremidades cerca de fuentes de calor, no utilizar ropa ajustada y calcetines con goma estrecha y evitar el sobrepeso o el estreñimiento.

La información del manual complementa el contenido de la Guía práctica para prevenir y tratar el síndrome de piernas cansadas, que en su día lanzó SEFAC para que los profesionales la distribuyesen entre sus pacientes con el objetivo de mejorar la educación para la salud de los afectados.

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