El sol puede dejar huella en la piel y en los ojos

Comienza el verano y con el fin de disfrutar de los beneficios del sol de una manera segura es necesario protegerse adecuadamente tanto la piel como los ojos. Aunque todos los veranos se lanzan campañas desde todos los ámbitos para que los ciudadanos se conciencien de los riesgos de los rayos solares, se debe insistir en que tomar el sol en exceso puede acarrear un peligro a corto y a largo plazo.

Hay que recordar que la piel tiene memoria y, aunque pensemos que basta con cualquier protección para tomar el sol, lo cierto es que un uso inadecuado de los fotoprotectores y los hábitos incorrectos de conducta frente al sol pueden terminar por provocarnos melanoma o cáncer de piel en el futuro.

El mayor peligro de las radiaciones solares son los efectos de los rayos UVB, que son capaces de producir un daño directo sobre el  ADN  alterando la reparación celular,  y de los rayos UVA, que aumentan el estrés oxidativo modificando también el ADN y acelerando el envejecimiento. Los dos se relacionan directamente con el desarrollo del cáncer de piel.

Un ejemplo del desconocimiento que existe entre los ciudadanos sobre los peligros potenciales de los rayos solares es que muy pocos conocen las consecuencias de la radiación infrarroja A (IR-A).

Se trata de un calor seco que no sentimos, pero que representa el 40% de las radiaciones que recibimos del sol. Como no eleva la temperatura superficial de nuestra piel, no somos conscientes del daño que nos produce.

Para proporcionar información a los farmacéuticos sobre este tema concreto, el próximo 25 de junio el COFM celebrará una conferencia sobre “Fotoprotección 2013: ¿Conoces la radiación infrarroja A?”.

La ponencia será impartida por Carmen Corpas y Margarita Carrillo Poyato, vocales del COFM de Dermofarmacia y Óptica, en la que se dará a conocer la importancia de una fotoprotección adecuada, y se incidirá en el conocimiento y efecto de la radiación infrarroja A. El objetivo es concienciar a la población sobre la importancia de una protección solar adecuada, tanto de la piel como de los ojos.