0,00068 reclamaciones

Lo reconocía el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid en una entrevista reciente. Las farmacias madrileñas dispensaron 97 millones de recetas el año pasado y el número de reclamaciones recibidas afectó tan solo a 659 prescripciones. Es decir, al 0,00068 por ciento del total. Razón por la que Javier Rodríguez exclamaba: “ya me gustaría que cualquier servicio público tuviera ese número de reclamaciones”.

En efecto, es justo reconocerlo y así lo ha querido dejar claro el consejero: el farmacéutico “es un buen agente sanitario”. Y lo es porque es el profesional más accesible, se implica en los tratamientos de los pacientes y resuelve sus problemas con eficacia durante 24 horas al día, los 365 días del año.

Y no es una tarea sencilla. Por la puerta de las farmacias entran cada día más de dos millones de ciudadanos en busca de soluciones a un problema de salud concreto. Además, los farmacéuticos se han visto obligados durante los últimos años a un continuo esfuerzo de adaptación a los numerosos cambios en la dispensación de recetas, los nuevos copagos o las desfinanciaciones de medicamentos que no ponen las cosas fáciles. Muchas veces se generan dudas en el momento mismo de la dispensación, con el paciente en el mostrador, como señala el vocal de Titulares de Farmacia del COFM, además de ser una importante carga burocrática de trabajo que la farmacia saca adelante en su día a día.

De hecho, ocho de cada diez quejas tramitadas en la sanidad española por la oficina del Defensor del Pueblo se concentran en atención primaria, según el último informe de 2013. Son quejas contra la supresión o disminución del horario de los puntos de atención continuada, el copago en la prestación farmacéutica o las listas de espera, que sigue siendo el principal motivo de preocupación para los pacientes.

Es importante pues perseverar para seguir siendo el servicio sanitario mejor valorado por la población y también el que menos quejas recibe. Los ciudadanos pueden sentirse seguros porque el sector sigue trabajando en su mejora continua, como demuestran los nuevos procedimientos de Buenas Prácticas en Farmacia en Dispensación, Indicación Farmacéutica, Seguimiento Farmacoterapéutico y Farmacovilancia. ¡Enhorabuena a todos los farmacéuticos por el trabajo bien hecho!