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¿Qué podemos hacer para mejorar la celulitis?

La celulitis es un trastorno que provoca la formación de nódulos o acúmulos grasos en determinadas zonas corporales; la piel se vuelve áspera y con aspecto de «piel de naranja».

Factores que pueden intervenir en la aparición y evolución de la celulitis

Factores genéticos: Los antecedentes familiares juegan un papel importante en la aparición de la celulitis. También se ha observado que existen razas que presentan una mayor predisposición que otras, por ejemplo, la celulitis raramente se presenta en mujeres de raza negra o asiática.

– Factores endocrinos: Cambios hormonales en ciertas etapas de la vida como la pubertad, el embarazo o la menopausia.

– Factores metabólicos: Enfermedades como la diabetes, la obesidad y los trastornos hepáticos pueden favorecer la aparición de la celulitis.

–  Factores vasculares: Insuficiencia circulatoria.

– Factores psicológicos: Los trastornos afectivos, estrés, ansiedad, depresión o el nerviosismo pueden provocar alteraciones vasculares.

–  Hábitos alimentarios y formas de vida: Unos hábitos de vida saludables, unidos a una alimentación correcta y a los cuidados cosméticos, son indispensables para que el tratamiento de la celulitis sea eficaz.

Recomendaciones sobre el estilo de vida

Evitar el uso de prendas ajustadas (pantalones, medias, calcetines, cinturones) y los zapatos de tacón alto.

– Evitar permanecer muchas horas sentado, de pie o cruzar las piernas, ya que dificulta la circulación. Evitar la vida sedentaria: sería aconsejable practicar deporte de forma habitual, ejercicios aeróbicos como nadar, patinar, correr, montar en bicicleta, etc.

Respetar las horas de sueño, eliminar el estrés y la ansiedad y no ingerir alcohol ni fumar.

Evitar baños o duchas con agua muy caliente y las saunas. Terminar la ducha con un chorro de agua fría, elevándolo de los tobillos hasta las rodillas, ayuda a estimular la circulación. Además es recomendable cuidar y mantener la piel hidratada y flexible.

Recomendaciones dietéticas

– Evitar el exceso de sal en la dieta, ya que favorece la retención de líquidos. Moderar la ingesta de conservas, alimentos precocinados, frutos secos y embutidos.

– Consumir proteínas de origen vegetal. Una dieta pobre en proteínas también provoca retención de líquidos y favorece la formación de edemas.

Consumir alimentos ricos en yodo para regular el metabolismo: ajo, mero, acelgas, judías verdes y alimentos depurativos: apio, espárragos, cebolla, piña, etc.

Evitar el consumo de alcohol y excitantes como el café y el té.

– Beber abundante agua (de 1,5 a 2 litros al día), además de seguir una dieta rica en fibra, frutas y verduras (reducen la absorción de los lípidos y evitan el estreñimiento) y  pobre en grasas.

– Masticar bien los alimentos, seguir horarios de comidas regulares y no comer entre horas. Evitar los cambios bruscos de peso, ya que pueden generar distensión de la piel.

 

Forma de aplicación de los preparados anticelulíticos

 Los anticelulíticos deben aplicarse con constancia durante todo el año, no solo durante los meses previos al verano y además es imprescindible combinarlos con ejercicio y una buena alimentación.

Se recomienda una exfoliación suave de la zona a tratar, una o dos veces por semana, mediante el uso de geles exfoliantes o un guante de crin, para facilitar la absorción del producto cosmético. Aplicar el producto anticelulítico masajeando, con movimientos circulares en sentido ascendente, desde el tobillo hacia la cintura. Sería mejor aplicarlo tras la ducha diaria, así los poros de la piel estarán más abiertos y se favorece la absorción y la eficacia.

La tendencia actual es el empleo de preparaciones no grasas, de fácil aplicación, con buena extensibilidad y rápida absorción. En general, los geles y serums se prefieren en verano o si se requiere una rápida absorción del producto, mientras que las cremas son ideales para pieles más secas o para aplicar por la noche con un masaje prolongado.

Un comentario

25 Enero, 2017 a las 6:39 pm

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