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Qué comer si eres diabético

La diabetes mellitus es un conjunto de trastornos metabólicos que se manifiestan por unos niveles de glucosa en sangre (glucemia) por encima de los niveles normales. Este trastorno es el resultado de los defectos de la secreción de insulina, de su acción, o de ambas cosas a la vez, lo que deriva en alteraciones fisiopatológicas secundarias en muchos sistemas orgánicos.

La diabetes constituye un problema de salud que afecta a millones de personas en el mundo, y su prevalencia está en aumento.

La educación diabetológica pretende conseguir por parte del paciente un buen grado de conocimiento de su enfermedad y unos buenos hábitos alimentarios, higiénicos, de autocontrol y de educación sanitaria, para lograr que el tratamiento farmacológico sea más efectivo y que los riesgos inherentes a la diabetes no aparezcan o lo hagan lo más tarde posible.

Los farmacéuticos somos los profesionales sanitarios que estamos en mejores condiciones, tanto por nuestros conocimientos como por nuestra disponibilidad, para ayudar y educar al paciente diabético.

Sus requerimientos nutricionales, en general, son iguales a los del individuo no diabético, y su alimentación no difiere sustancialmente de la del resto de la familia, pero se deben controlar los horarios de las comidas (realizar entre 4 y 6 comidas a lo largo del día) y la composición de éstas.

 

Recomendaciones nutricionales para el paciente diabético

Tabla 1: Modificada de Plan Nacional de Formación Continuada: Curso Atención Farmacéutica (modulo II).

 

Hidratos del carbono (HC)

Deben proporcionar el 50-60% de la energía. La alimentación del diabético debe contener cantidades moderadas de hidratos de carbono, preferiblemente los que proceden de cereales completos con un contenido en fibras más alto.

La fruta debe consumirse moderadamente y siempre acompañada de otros alimentos.

Proteínas

Aportarán como máximo el 15% del total de las calorías diarias. Se debe potenciar el consumo de proteínas vegetales y limitaremos los alimentos de origen animal por su alto contenido en grasas saturadas.

Grasas

Las grasas aportarán el 25-30% de la energía total diaria. Es aconsejable el consumo de aceite de oliva, pescado blanco y azul, aves de corral y derivados lácteos semidesnatados y desnatados y no se deben consumir salsas, patés, embutidos, etc.

Fibra

Es conveniente consumir alimentos ricos en fibra (25-40 g/día): verduras, fruta entera, cereales integrales, legumbres, etc.

La fibra retrasa el vaciamiento gástrico y disminuye la absorción de los hidratos de carbono y los lípidos, reduciendo las glucemias postprandiales y el nivel de triglicéridos.

Edulcorantes/azúcares

Los edulcorantes son productos que se emplean como sustitutos del azúcar. Son aconsejables los edulcorantes no nutritivos (sacarina, ciclamato E-952, aspartamo E-951, sucralosa, taumatina E-957 y acesulfamo potásico E-950). Su consumo debe ser moderado, ya que en exceso pueden ocasionar flatulencias o diarreas. No es bueno consumir azúcares de absorción rápida: azúcar y miel, zumos de frutas, alimentos para diabéticos con fructosa, bollería, golosinas, helados, etc.

Bebidas y refrescos embotellados

Como bebidas de consumo libre se pueden tomar: agua, gaseosa, infusiones, café y bebidas “light” o sin azúcar. Las bebidas desaconsejadas por su alto contenido en hidratos de carbono de absorción rápida son: refrescos, tónica, batidos, néctares de frutas, zumos, etc.

Alcohol 

El consumo de alcohol en las personas con diabetes se debe restringir prácticamente igual que en el resto de la población general. Su consumo moderado (< 30 g/día) no parece desaconsejable en el paciente diabético (una bebida de baja graduación para mujeres o dos para los hombres), siempre durante las comidas.

La cerveza tiene bastante azúcar, por lo que se recomienda no tomar mucha cantidad.

Sal

Es aconsejable disminuir el consumo de sal (<6 g/día).

 

Por tanto y por resumir, la alimentación en un día normal de un diabético contendrá:

–       Farináceos en todas sus comidas: pan, legumbres, pasta, patatas, etc. (hidratos de carbono de absorción lenta).

–       Un plato de verdura y un plato de ensalada: imprescindibles por las vitaminas y la fibra que contienen.

–       Dos frutas de tamaño mediano.

–       Dos raciones pequeñas de carne o pescado.

–       Dos vasos grandes de leche desnatada. Podría sustituir un vaso de leche por 2 yogures desnatados o 100 g de queso fresco.

–       Grasas, aceite y mantequilla: 40-60 g.

Aconsejamos cocinar los alimentos de forma sencilla; a la plancha, cocidos o al vapor, y evitar los guisos, sopas grasas, rellenos, carnes empanadas, fritos, etc.

Por último, es conveniente recordar la importancia de la práctica regular de ejercicio físico adecuado para contribuir al éxito del régimen. El ejercicio físico ideal para la mayoría de los pacientes diabéticos es caminar entre 30 y 60 minutos al día, durante 3-5 días por semana.

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