Las plantas medicinales… mejor en la farmacia

Las plantas medicinales han sido utilizadas desde tiempos remotos como agentes terapéuticos que tradicionalmente se emplean para tratar frecuentes problemas sanitarios  y contribuir a mejorar la calidad de vida de la población. Una  práctica generalizada que debe de estar controlada por los profesionales sanitarios, quienes se ocupan de la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad y vigilarán para detectar posibles interacciones que se puedan producir entre tratamientos clásicos y plantas medicinales.

El farmacéutico es experto en el medicamento y, por tanto, el profesional adecuado para informar al paciente sobre los beneficios y riesgos de las plantas medicinales, productos que contienen principios activos y poseen actividad farmacológica, por lo que pueden producir efectos adversos o  cualquier otro problema relacionado con su consumo. Además, los farmacéuticos son los únicos sanitarios que se forman en la facultad en el uso farmacológico de las plantas medicinales.

La oficina de farmacia es el establecimiento más accesible y cercano para fomentar el uso racional del medicamento y tiene las herramientas apropiadas  para aconsejar y hacer dispensación activa  en función de  las necesidades del paciente.  No en balde, el farmacéutico cumple la misión de educador sanitario informando sobre diferentes aspectos relacionados con estos medicamentos, sin necesidad de concertar cita previa.

Parece que la sociedad se preocupa cada vez más por su salud y también por los “productos naturales”, ámbito en el que la actuación profesional es fundamental para erradicar algunas conductas peligrosas. Los pacientes no deben dar por hecho que todos los productos son seguros simplemente porque son naturales, igual de natural es la cicuta, fruto obtenido del Conium maculatum, y pasó a la historia gracias a Sócrates, ilustre personaje que perdió la vida bebiendo una infusión de esta planta venenosa.

Durante los últimos años se ha incrementado el consumo de plantas medicinales en Europa, donde el mercado de plantas medicinales alcanza el 25 por ciento de medicamentos sin receta. En España estamos lejos de alcanzar estas cifras y es necesario fortalecer este campo, ya que  la farmacia española vende tres veces menos que la media europea y, más concretamente, seis veces menos que la farmacia francesa.

Este escenario ha motivado la campaña informativa del COFM “Consejos y Uso Racional de las plantas medicinales en la Oficina de Farmacia” orientada a  fomentar el conocimiento y la utilidad de las plantas medicinales, colaborando de esta manera con el uso racional del medicamento y garantizando la seguridad y eficacia de estos productos. Sin querer actuar contra otros canales, pero por las precauciones que se deben tener, se lanzará el mensaje siguiente:

“Las plantas medicinales…mejor en la farmacia!”