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Oído de nadador o el riesgo infantil de padecer otitis aguda externa en verano

En estos meses de calor, bañarse en la piscina y la playa es el pasatiempo preferido de muchos niños, un placer no exento de riesgos para la salud ya que una frecuente exposición al agua puede provocar ciertas molestias auditivas. La otitis externa, también conocida como “oído de nadador” es una de las complicaciones más frecuentes, por lo que es necesario prevenir el desarrollo de esta patología y detectar los primeros síntomas para evitar sus molestas consecuencias, caracterizadas por un intenso dolor –localizado en la parte externa-, posible supuración y  sensación de oído tapado.

La otitis es un proceso infeccioso que afecta a las diferentes estructuras del oído produciendo inflamación y  se denomina otitis externa, otitis media y laberintitis o inflamación del oído interno, según la parte del oído inflamada. La otitis externa, conocida coloquialmente como “oído de nadador”, es una infección del conducto auditivo externo generada por el exceso de humedad, lo que puede provocar una irritación y abrir la piel del canal favoreciendo la entrada de bacterias u hongos.

Pero no es necesario nadar para sufrir una otitis del nadador. Algunos de los desencadenantes más frecuentes se deben a lesiones minúsculas de la piel del conducto auditivo por una limpieza con bastoncillos u otros instrumentos que eliminan la cera; limpieza inadecuada porque la cera de los oídos sirve como protección y autolimpieza.

Pero hablando de niños, hay que tener en cuenta que los baños veraniegos elevan hasta un 50 por ciento la aparición de otitis externa, que se puede prevenir evitando que el agua se introduzca en el conducto auditivo externo utilizando tapones adecuados para tal fin. Los mejores son los tapones especiales para piscina o playa hechos a medida, ya que sellan completamente el oído para evitar la entrada de agua, además no se deforman tras el uso y flotan en caso de que se salgan. Y naturalmente, es fundamental secar a fondo los oídos después de cada baño usando toallas o un secador, pero nunca utilizar bastoncillos porque puede terminar obstruyendo el canal auditivo.

Cuando la otitis manifiesta los síntomas es necesario acudir al médico quien prescribirá el adecuado tratamiento. La mayoría de las infecciones de otitis externa pueden tratarse con gotas para los oídos que contienen antibióticos para combatir la infección y medicamentos para disminuir la comezón e hinchazón.

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