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Metadona y farmacia: “Es su turno”

“Los pacientes drogodependientes valoran sobre todo la normalidad, que se les trate como a uno más y se les diga ‘es su turno’, que no haya diferencias con otros clientes”. Tan sencillo y valioso como lo que nos contaba en Digital Farmadrid la farmacéutica Olivia Ezquerra, licenciada titular en Valdecanillas, en pleno barrio de San Blas, y que desde 1997 participa en el Programa de Metadona de la Comunidad de Madrid.

Porque es, en efecto, el trato personal y la cercanía de los farmacéuticos, su profesionalidad y capacidad para resolver problemas, así como el menor tiempo de espera para recibir la medicación en la farmacia lo que más valoran los usuarios del servicio de dispensación de metadona de la farmacia, según una encuesta del COFM.

Hoy 211 oficinas de farmacia madrileñas ofrecen servicio a 930 pacientes dentro del Programa de Mantenimiento con Metadona en Oficinas de Farmacia del Colegio, con el que se ha atendido a 4.651 personas desde 1997, gracias a una colaboración estrecha y eficaz con la Agencia Antidroga de la Consejería de Sanidad y el Instituto de Adiciones dependiente de Madrid Salud del Ayuntamiento de la capital.

Desde el Colegio se quiere volver a animar a los farmacéuticos de la Comunidad de Madrid a sumarse a este programa, porque “hacen falta más farmacias, ya que la labor que se está realizado es profesional, sanitaria y humana y no se diferencia respecto a cualquier otro tratamiento crónico prescrito por un médico”, explica Esperanza Ortiz, farmacéutica del COFM responsable del Programa.

Inscribirse es sencillo. Sólo hay que solicitarlo al Colegio y estar dado de alta en el registro de la Consejería de Sanidad como elaborador de fórmulas magistrales en el nivel mínimo. Los farmacéuticos se responsabilizan así de preparar la solución de clorhidrato de metadona, que reciben de forma gratuita junto con los frascos de seguridad y las etiquetas, dispensar en dosis diarias o semanales y garantizar una atención personalizada y discreta a los pacientes derivados por la Agencia Antidroga y Madrid Salud, previo acuerdo con la farmacia interesada.

Un servicio, en definitiva, de dispensación de metadona que está remunerado por paciente y mes y con el que el farmacéutico madrileño demuestra su profesionalidad y su fuerte compromiso social.

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