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Lipedema: cuando la grasa de las piernas duele y deforma

El lipedema es un trastorno del tejido adiposo que se produce por la proliferación excesiva, y por tanto patológica, de células grasas en la mitad inferior del cuerpo. Mal conocida, infradiagnosticada y frecuentemente confundida con el linfedema, las lipodistrofias o la obesidad, afecta casi de forma exclusiva al género femenino.

Identificada por la inflamación dolorosa de las piernas, se trata de una hiperplasia de grasa en músculos, caderas, glúteos, rodillas, pantorrillas y tobillos, que produce dolor al tacto y espontáneo que puede aumentar con el ejercicio.

Los primeros síntomas aparecen ligados a la pesadez continua de las piernas, que degenera en una pequeña desproporción entre la capa grasa del tronco y las piernas. Esta desproporción se agudiza con la progresión de la enfermedad, generando un daño permanente e incapacitante, que puede derivar en otras patologías más complicadas como el linfedema.

Entre el 5 y 7 por ciento de las mujeres que sufren esta patología están acostumbradas a seguir dietas sin lograr ningún resultado, ya que el régimen agudiza el problema porque adelgaza la parte superior del cuerpo, mientras mantiene el volumen inferior. El resultado desproporciona visiblemente la silueta femenina ocasionando graves consecuencias psicológicas en las pacientes, que pueden sufrir trastornos y depresión.

El lipedema puede ser clasificado en tres etapas clínicas según la severidad y grado de afectación en la piel y extremidades:

  • En el grado I la superficie de la piel es normal y el tejido adiposo tiene una consistencia blanda, aunque pueden palparse pequeños nódulos.
  • En el grado II la superficie de la piel se muestra irregular y tiene una textura dura debido al incremento de la estructura nodular.
  • En el grado III la superficie de la piel aparece deformada por el tejido adiposo, especialmente en las caderas y tobillos, donde se aprecian nódulos que varían en tamaño.

El diagnóstico es clínico y debe descartar enfermedades concomitantes que produzcan edemas. Al respecto, la Asociación de Afectadas por Lipedema en España (Adalipe) señala que los objetivos principales del tratamiento deben servir para minimizar el dolor, mantener la movilidad de la paciente y prevenir el linfidema secundario.

Actualmente entre los tratamientos más utilizados se encuentran las medias de compresión, el Drenaje Linfático Manual (DLM) y la Terapia Descongestiva. También se puede abordar mediante cirugía que consiste en una liposucción.

Esta patología fue descrita en 1940, pero no ha sido hasta 2018 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye el lipedema y la celulitis dentro del capítulo de la patología cutánea. A partir de esta Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 11), ambos cuadros pasan a ser consideradas patologías del tejido graso superficial en el capítulo de alteraciones de la piel.

 

Texto: Charo Tabernero García, periodista del departamento de Marketing y Comunicación del COFM.

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