La farmacia no se ajusta a la escala de la ‘troika’

Los farmacéuticos seguimos mirando de reojo a Grecia por muchas razones. No hay plan de rescate que, entre sus exigencias, no recurra a la manida desregulación de la farmacia en sus múltiples variantes. Está visto que para las instituciones europeas y el FMI que integran la temida ‘troika’ es uno de los ingredientes indispensables de la receta para salvar a las economías en apuros.

El informe sobre Grecia de la OCDE, que plantea 329 reformas/recomendaciones que constituyen la base de las exigencias impuestas al Gobierno de Alexis Tsipras para aprobar el tercer rescate financiero, propone así eliminar las restricciones vigentes en la propiedad de las oficinas de farmacia de Grecia que, como otros países de la UE, reservan la propiedad y la titularidad a los farmacéuticos.

La otra medida que impacta de lleno en el sector es permitir la venta de OTC y suplementos de dieta fuera del canal farmacia, un mercado de 372 millones de euros de ventas en 2012 que difícilmente se pueden convertir en motor de la recuperación y que contrasta con las cifras astronómicas que se barajan para mantener a flote la economía griega.

Muchos se preguntarán, y nosotros también, por qué se exige a Grecia lo que se permite a otros países, como Francia, Alemania o España, y cuando el Tribunal de Justicia de la UE cerró este asunto al admitir en su sentencia de 2009 que la titularidad y explotación de las farmacias puede reservarse exclusivamente a los farmacéuticos dentro del ejercicio de competencias nacional para asegurar un abastecimiento de medicamentos seguro y de calidad.

Están también por ver cuáles son las ventajas reales de las medidas impulsadas por las instituciones europeas y a quién benefician. A los farmacéuticos griegos está claro que no y a los ciudadanos, tampoco. La OCDE prevé el desarrollo de cadenas de farmacia, la apertura de más farmacias “en áreas más densamente pobladas”, más oportunidades de empleo y explotación de las economías de escala para fijar descuentos o hacer una gestión del stock más eficiente.

No les cansaremos con el argumentario que la farmacia viene utilizando para desmontar estas previsiones que no se han cumplido en ninguno de los países abanderados de la fórmula liberalizadora del sector, véanse los casos de Inglaterra o de Holanda, donde el número de boticas y la cobertura del territorio figuran a la cola de Europa.

Lo más preocupante es que, a pesar de la evidencia de los datos, las instituciones mundiales y europeas siguen apadrinando esta estrategia interesada que fía todo al tamaño. Una obsesión que revela que lo pequeño estorba y que todo, incluida la salud de los pacientes, puede sacrificarse a las economías de escala que solo pueden asegurar las grandes cadenas multinacionales.