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Qué hacer ante un golpe de calor

El organismo humano funciona a unos 37º y las variaciones externas de temperatura provocan considerables cambios en el funcionamiento del mismo. Cuando la exposición corporal se sitúa por encima de los 40 grados se produce un golpe de calor.

Un golpe de calor es la consecuencia más grave de este exceso de temperatura durante más de 10 o 15 minutos y aparece cuando los mecanismos que usa el organismo para enfriarse, como pueden ser la respiración o la sudoración, dejan de funcionar. Cuando esto ocurre sube la temperatura y se pierden abundantes líquidos corporales. Todo ello eleva las probabilidades de padecer daños neurológicos e incluso hasta el coma. En situaciones extremas, puede llegar a ser causa de muerte.

Las personas mayores de 65 y los niños menores de 6 años son más vulnerables a sufrir golpes de calor. También suele afectar a individuos sanos que realizan ejercicio físico intenso (golpe de calor por esfuerzo).

Mareos, confusión, desorientación, dolor de cabeza, sequedad de boca, calambres, alta temperatura corporal con sudoración excesiva al principio y posterior falta de sudor, fiebre con temperaturas de hasta 40, 41 grados, convulsiones…son algunos de los síntomas que pueden indicar que una persona está sufriendo un golpe de calor. Este cuadro clínico se puede ir agravando poco a poco, y requiere atención médica inmediata.

Actuar lo más rápido posible puede evitar problemas mayores. Si detectamos que alguien está sufriendo un golpe de calor lo primero que debemos hacer es buscar un enfriamiento inmediato. Si está consciente hay que darle líquido y llamar a los servicios sanitarios.

Mientras tanto trasladaríamos a la persona afectada a un lugar más frío y a la sombra, preferiblemente a un lugar con aire acondicionado o ventilador, desnudándolo y mojándole la piel con paños fríos sobre las axilas o ingles. Si la persona tiene una temperatura superior a 40ºC deberíamos bañarla con agua fría hasta llegar a 38ºC. En ese momento se debe dejar de aplicar frío para evitar posibles hipotermias.

Controlar cada 15 minutos la temperatura, para que en el caso que suba someterle a tratamientos más fríos

Prevenciones

Ingerir líquidos aunque no se tenga sed, y evitar hacer ejercicio físico y la exposición al sol durante las horas de más calor (de 12.00 a 16.00 horas) son algunas de las pautas que hay que seguir para evitar sufrir un golpe de calor.

Vestir con ropa ligera, preferiblemente clara y de algodón, que permita la transpiración. Protegerse del sol con sombreros o gorras, comer comida ligera y fresca (ensaladas, frutas y verduras) son algunos consejos más para evitar estos síntomas.

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