En adherencia: ¿envases y píldoras ‘inteligentes’ o farmacéuticos comprometidos?

No sé si sabían que hay envases de medicamentos ‘inteligentes’ inalámbricos que, conforme el paciente va tomando la medicación pautada durante la semana, iluminan de verde un indicador de cumplimiento por cada uno de los días. Sería una versión electrónica más de nuestros tradicionales pastilleros.

Mucho más avanzado, hasta el punto de que parece ciencia ficción, pero que ya está aprobado por la FDA, son las píldoras que contienen ¡sensores digestibles!, como lo oyen. Los ha fabricado la compañía japonesa Otsuka y estarían indicados para pacientes que sufren una enfermedad mental. Se trataría de que, una vez ingeridos, se comunicasen a través de otro sensor en forma de parche pegado a la piel para enviar una señal de aviso a los smartphones de los cuidadores de que, en efecto, se ha tomado la medicación.

Lo cierto es que las nuevas tecnologías se han convertido en un importante aliado, y no vamos aquí a despreciar su papel, pero siempre que se reconozca que son complementarias de nuestra atención farmacéutica. Porque la cuestión es: ¿funcionan?

Ya dedicamos un post a recordar que el papel del farmacéutico sigue siendo fundamental y que, para lograr un mayor cumplimiento terapéutico, la clave no está en el pastillero. Ahora una nueva investigación vuelve a evidenciar que importa más el compromiso y seguimiento del profesional, su cercanía y trato con el paciente, que la mejor de las tecnologías y aplicaciones al alcance.

Los resultados del estudio publicado en JAMA en el que han participado 1.509 pacientes muestran que los envases ‘inteligentes’ que controlan la medicación del paciente, además del apoyo de la red familiar, no ofrecen mejoras significativas en la adherencia a los medicamentos en el caso de los pacientes que se recuperan de un ataque al corazón.

Casi resulta obvio decirlo. Cualquier estrategia que se ponga en marcha para atajar este gran problema de la sanidad debe contar necesariamente con los farmacéuticos, que son los expertos en el medicamento y los profesionales que están formados en los sistemas personalizados de dosificación y han demostrado con resultados que su atención en esta área es eficaz y muy efectiva para el Sistema Nacional de Salud.

Otra cosa será seguir insistiendo en fórmulas que solo conducen al asombro tecnológico sin ofrecer ningún resultado real a cambio para los pacientes y el sistema.