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Para la OMS la Disfunción Eréctil es un problema de salud comparable a la artritis reumatoide o la angina de pecho

La OMS reconoce a la Disfunción Eréctil como un problema de salud en el mismo grado de discapacidad y severidad que la infertilidad, la artritis reumatoide o la angina de pecho. La disfunción eréctil se define como la incapacidad persistente para conseguir y mantener una erección suficiente para la realización satisfactoria de la relación sexual.

Esta definición excluye por tanto a los trastornos del deseo sexual, de la eyaculación y del orgasmo. Quedan también excluidos de esta definición los fallos ocasionales de la erección que pueden ocurrir en determinadas situaciones y que no implican una alteración permanente de la erección.

Con el fin de descartar trastornos temporales, para su diagnóstico se considera que la duración del problema sea como mínimo de 3 meses, salvo en aquellos casos de disfunción eréctil secundaria a trauma o postquirúrgica o en la que el paciente lo viva de forma problemática. Por ello, la detección precoz de cualquier problema de salud sexual es de extraordinaria relevancia para así instaurar cuanto antes un tratamiento eficaz e individualizado para cada afectado.

Asimismo, es conveniente valorar si la disfunción eréctil se comporta como un síntoma centinela de otras enfermedades subyacentes importantes (como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, cardiopatías, patologías neurológicas, cirugías prostáticas, etc.), y con una gran variedad de fármacos de frecuente utilización para el tratamiento de enfermedades muy comunes.

La disfunción eréctil  tiene una importante repercusión para la vida del varón afectado, así como para la de su pareja. No todo el mundo es consciente de que la salud sexual no sólo afecta a las relaciones de pareja, sino a muchas otras áreas de la salud y bienestar del paciente.

Muchas veces, la falta de información provoca un deterioro en la calidad de vida de los pacientes. Es conveniente recordar que la disfunción eréctil afecta al 52 por ciento de los hombres de entre 40 y 70 años y que en España, un 19 por ciento de hombres padece este problema. Un problema de salud en el que los profesionales farmacéuticos pueden colaborar muy activamente con el paciente aprovechando el clima de cercanía, confianza y asesoramiento sanitario que aporta la oficina de farmacia en su trabajo diario.

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15 Agosto, 2018 a las 12:52 am

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