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Cannabis medicinal: con receta y en farmacia

El uso de cannabis con fines terapéuticos es legal en muchos países. Estados Unidos, Italia, Holanda, Canadá o Israel, por citar unos cuantos, han entendido que los beneficios de este psicotrópico están por encima de sus riesgos y lo han autorizado no sin antes establecer sus lógicas cautelas.

El último país en sumarse a esta lista es Alemania. Desde el 1 de marzo, las farmacias dispensan cannabis medicinal bajo receta médica financiada por el sistema público en sus distintas presentaciones y siempre bajo el estricto control del médico y supervisión del farmacéutico.

El debate está ahí y también se está abriendo paso en España. Ha sido el grupo parlamentario de Ciudadanos quien ha aprovechado la oportunidad para pedir la regulación del consumo, cultivo y venta de la marihuana con fines terapéuticos en esta legislatura.

En la Proposición No de Ley del grupo naranja se insta a “regular y facilitar el acceso a los tratamientos terapéuticos con cannabis y derivados de este bajo estricta indicación y supervisión médica para aquellas patologías en las que haya demostrado eficacia o el facultativo lo considere indicado”.

Incluso los expertos del Comité de la Organización Mundial de la Salud sobre Drogodependencia tienen previsto realizar este año su primera evaluación oficial sobre el potencial médico del cannabis que, en función de sus resultados, podría llevar a relajar los estrictos controles internacionales sobre su uso terapéutico.

No son despreciables sus beneficios para los pacientes oncológicos, neurológicos o enfermos con SIDA, entre otras dolencias, para mitigar signos y síntomas de sus enfermedades por sus efectos analgésicos, relajantes y antieméticos o como estimulante del apetito. Se conocen desde la antigüedad y se ha utilizado en la medicina tradicional y occidental.

Existen, además, algunas formulaciones comercializadas constituidas por este cannabinoide en el tratamiento de la esclerosis múltiple. Por ello, merece ser valorada la propuesta teniendo en cuenta, eso sí, que nos encontramos ante una sustancia psicoactiva que exige el máximo control médico y la dispensación en la farmacia por un profesional. Porque no hay que olvidar que posee importantes contraindicaciones derivadas del principio activo tetrahidrocannabinol que conviene conocer: problemas depresivos, pérdida de memoria a corto plazo o comportamientos adictivos, entre otros.

Conviene, por tanto, ser prudentes, analizar con detalle los pros y contras antes de dar un paso que, necesariamente, ha de contar con aval científico y el estricto control de los profesionales sanitarios.

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