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Astenia primaveral

La astenia primaveral es un trastorno que acontece en primavera cuando muchas personas se sienten especialmente cansadas, desmotivadas y con alteraciones en el humor.

No es una enfermedad, sino un síntoma que puede deberse a enfermedades orgánicas como  estrés o el exceso de trabajo.

En cualquier caso, muchas personas sienten que con la llegada de la primavera experimentan determinados síntomas molestos que podrían deberse a una alteración de los ritmos biológicos.

Varios factores hacen que aparezca este trastorno ocasional con el cambio de estación, como por ejemplo el aumento de la temperatura, mayor humedad, aumento de las horas de luz solar y el cambio de horario. Todo ello hace que el organismo tenga que adaptarse rápidamente. A esto se suma la llegada de alergias que suelen inflamar las fosas nasales, aumentando este malestar general.

Los síntomas característicos de la astenia primaveral suelen ser cansancio generalizado, falta de energía para realizar tareas cotidianas, dificultad para conciliar el sueño, somnolencia diurna, baja concentración, disminución del apetito, irritabilidad y nerviosismo, así como la disminución del deseo sexual. Estos síntomas suelen durar entre una y dos semanas, que es el tiempo que tardaría nuestro reloj biológico en adaptarse a la llegada de la primavera.

¿Cómo prevenir la astenia primaveral?

Llevar una vida saludable y ordenada con una dieta equilibrada es la base para fortalecer nuestro organismo y sus defensas. Algunos consejos para evitar este malestar generalizado son:

– Mantener un horario regular de sueño y de comidas. Seguir unas rutinas adecuadas a la hora de dormir es fundamental, ya que la astenia afecta al sueño, provocando insomnio, con la posterior somnolencia por la falta de descanso durante el día. Es recomendable dormir unas 8 horas diarias.

– La alimentación debe ser equilibrada, variada y rica en vitaminas y minerales. Es importante hacer cinco comidas al día para que el cuerpo no sufra hipoglucemias que también afectan al ánimo y el bienestar. Además, la dieta ha de ser rica en nutrientes que aporten mucha energía, como los frutos secos, los plátanos, el aceite de oliva, los cereales integrales, el pescado azul, etc.

– Debemos mantener nuestro organismo muy bien hidratado. Es aconsejable beber dos litros de agua al día. Una hidratación insuficiente afecta al estado general de salud pudiendo provocar cefaleas, entre otras molestias.

– Realizar un ejercicio moderado y con regularidad al menos durante 30 minutos al día. Con ello se estimula la producción de endorfinas y aumenta el tono vital.

– No automedicarse. Si la persona está correctamente alimentada, no necesita suplementos nutricionales para superar la astenia primaveral. Antes de tomar este tipo de productos es recomendable consultarlo con su médico o farmacéutico.

– Y por último no fumar, no tomar bebidas alcohólicas, no abusar del café ni de las bebidas excitantes, y sobre todo tener mucha paciencia, puesto que es pasajera y acabará cuando el organismo se adapte a la nueva estación.

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